¡Suelta la novela que esto se pone mejor! William Levy, el galán cubano que ha hecho suspirar a medio continente con sus telenovelas, acaba de protagonizar una historia digna de prime time… pero esta vez en un juzgado. El actor logró evitar un juicio en Florida tras meterse en tremendo lío a principios de este año por causar disturbios en un restaurante. Sí, así como lo lees.
Levy fue arrestado en el condado de Broward por nada más y nada menos que intoxicación desordenada en público y allanamiento de propiedad privada. Pero, gracias a su estatus de “infractor primerizo”, se acogió a un programa judicial que le permitió esquivar el banquillo de los acusados. ¡Una jugada de telenovela!
La Fiscalía Estatal del Condado de Broward explicó en su sitio web que este programa está pensado para personas que meten la pata por primera vez. ¿En qué consiste? Aceptar responsabilidad, pasar por un proceso de rehabilitación y, si todo va bien, evitar que el caso llegue al sistema judicial penal. Como quien dice, una segunda oportunidad.
Según documentos judiciales citados por NBC Miami, el actor, de 44 años, fue arrestado en abril tras armar tremendo show en un restaurante ubicado en Weston Road. Al parecer, estaba “altamente intoxicado” y armando escándalo dentro del local, tanto que el gerente le pidió que no regresara nunca más.
Pero eso no fue todo. Cuando llegó la policía del condado, le dieron varias oportunidades para que se fuera tranquilo… y Levy hizo oídos sordos. ¿Resultado? Terminó con las esposas puestas y directo a la cárcel principal del condado de Broward. Allí le fijaron una fianza de $250 por cada cargo. Total: $500 para salir del enredo.
El proceso arrancó oficialmente en abril de 2025. Levy, que salió de la cárcel poco después, se declaró inocente ante la corte y negó todas las acusaciones. Más adelante, en mayo, la Fiscalía informó que seguía investigando el caso, pero sin soltar muchos detalles sobre posibles acuerdos legales.
En junio, el escándalo volvió a acaparar titulares cuando el actor no se presentó ante la jueza en una audiencia programada. La ausencia desató críticas y puso en duda su actitud frente a la justicia. ¿Estaba confiado, distraído o simplemente mal asesorado? Nadie sabe, pero el episodio dio mucho de qué hablar.
Finalmente, William rompió el silencio y dio su versión: según él, todo fue un malentendido amplificado por su fama. Una salida diplomática, pero que no borró la imagen de un Levy arrestado en plena crisis. Ahora, con el programa judicial en curso, parece que el actor podrá dejar este capítulo atrás… al menos en los tribunales.
¿Será este el fin del drama legal o solo el comienzo de otro episodio? Lo cierto es que, esta vez, William no actuó en una novela: actuó en la vida real. Y no como protagonista romántico… sino como acusado.
