Mientras Cuba entera sufre los rigores de apagones interminables y un sistema eléctrico al borde del colapso, el régimen vuelve a repetir su vieja receta: visitas oficiales, discursos vacíos y promesas recicladas. Esta vez, el escenario fue la central termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, donde se anunció una “parada de mantenimiento programada” para la próxima semana.
La idea, según los medios oficialistas, es recuperar unos 40 megawatts (MW) de potencia que se han perdido por el desgaste natural de una planta que ya no da más. Actualmente, la Guiteras apenas genera 210 MW, aunque su capacidad nominal ronda los 250. El motivo: fugas en el recalentador de alta temperatura, exceso de consumo de agua y un vapor que no da abasto para mover la turbina.
84 horas para un parche disfrazado de solución
El periodista oficialista José Miguel Solís, en su eterna función de vocero del desastre maquillado, informó a través de Facebook que el proceso de mantenimiento durará 84 horas —un poco más de tres días—, aunque podría ser menos si “las condiciones lo permiten”. Es decir, si no pasa nada raro. Algo difícil de creer en un país donde hasta la lluvia tumba el sistema.
Según cuenta el propio Solís, el cronograma está supuestamente “bien planificado” para garantizar acceso a los materiales necesarios. Pero si algo ha demostrado el castrismo es que planificar no es lo suyo. Y cuando lo hacen, casi nunca cumple lo prometido.
Esteban Lazo, más discurso que soluciones
En medio de este panorama oscuro —literalmente—, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo, apareció en la Guiteras para soltar su tradicional letanía: reconocimientos al “esfuerzo del colectivo laboral”, frases huecas sobre el compromiso de los trabajadores y algún que otro “¡resistiremos!” perdido entre la hojarasca ideológica.
Como es costumbre, no faltó la mención a la importancia estratégica de la Guiteras, que es el mayor bloque unitario de generación eléctrica en la isla. Pero de inversiones reales, modernización o un plan serio para salir del hueco energético, ni una palabra.
Cuba entre sombras y humo oficialista
Mientras Lazo paseaba por la termoeléctrica, el país entero se derretía entre apagones. Este martes, la Unión Eléctrica (UNE) reconocía un déficit de 1,767 MW, sin esperanza de solución a corto plazo. Y para el miércoles, se anticipaba una disponibilidad de 2,120 MW frente a una demanda de 3,680, lo que implicaría más de 1,600 MW en déficit. O sea, otro día más de apagones generalizados.
El problema, como siempre, va mucho más allá de una máquina averiada o de una caldera oxidada. Lo que se cae a pedazos es todo el sistema energético cubano, víctima de la desidia, el abandono y el inmovilismo del régimen.
Una isla que no aguanta más cuentos
La Guiteras, lejos de ser una solución, se ha convertido en el símbolo del fracaso energético del castrismo. Una central vieja, cansada, que cada cierto tiempo “entra en mantenimiento” mientras millones de cubanos pierden comida, descanso y salud por culpa de los apagones.
Y mientras tanto, los mismos de siempre siguen vendiendo humo desde el poder, esperando que el pueblo agradezca un remiendo como si fuera progreso.
Pero ya nadie se traga el cuento. Porque la oscuridad que vive Cuba no es solo falta de luz. Es reflejo de un país sin rumbo, sin energía y sin futuro bajo este sistema que se niega a renovarse, aunque se apague entero en el intento.