La estatal ETECSA, ese monopolio de las telecomunicaciones en Cuba que controla hasta el último mega, salió este miércoles con su típica nota defensiva: asegura que es “falsa” la información que circula en redes sobre una supuesta interrupción programada de los servicios para este 11 de julio, fecha en que se cumplen tres años del estallido popular que estremeció al país entero.
“Como ha ocurrido en ocasiones anteriores, circula información falsa…”, escribió la empresa en su perfil oficial de Facebook, pidiendo a los cubanos que solo confíen en sus canales institucionales. Y claro, como si a estas alturas alguien se tragara ese cuento.
El 11J no es una fecha cualquiera. Es el día en que miles de cubanos dijeron basta. El día en que la palabra libertad se gritó desde San Antonio hasta Palma Soriano. Desde entonces, esa jornada se ha convertido en una piedra en el zapato del régimen, que la teme tanto como al sol cuando no hay apagón.
¿Y qué ha pasado desde aquel 11 de julio de 2021? Pues que cada vez que se acerca una fecha incómoda para la dictadura, de pronto se cae la red, se va el internet, o no hay cobertura ni para enviar un SMS. Y lo curioso es que esas “caídas” solo ocurren cuando la gente quiere protestar o conectarse para denunciar los abusos del sistema.
Así que cuando ETECSA dice ahora que no hay ningún mantenimiento técnico previsto para este viernes, la reacción popular no es alivio, sino desconfianza total.
ETECSA ha sido señalada una y otra vez por su papel en la represión digital. No solo por bloquear redes sociales o cortar el servicio de datos móviles cuando más se necesita, sino por convertir el acceso a internet en un lujo inalcanzable para muchos cubanos. Con precios abusivos y una infraestructura obsoleta, la empresa funciona más como un brazo del control político que como un proveedor de tecnología.
Y mientras piden que consultemos su página oficial —esa misma que a veces ni carga con conexión 4G—, los cubanos saben bien lo que les espera.
La posibilidad de otro apagón digital ronda el ambiente. Y no porque lo digan rumores, sino porque la historia reciente nos ha enseñado a no confiar ni en ETECSA ni en los anuncios del régimen.
Porque, seamos claros, cuando el pueblo se levanta, la dictadura baja el switch. Y eso no lo arregla ni el mejor comunicado en Facebook.