La belleza no está reñida con la conciencia, y Lina Luaces lo dejó bien claro este 11 de julio. La joven que lleva la banda de Miss Universe Cuba 2025 no se quedó callada ante el aniversario del histórico estallido social de 2021, ese grito colectivo que estremeció a toda Cuba y dejó una herida que aún sangra.
Desde su cuenta de Instagram, Lina se mostró envuelta en la bandera cubana —no como adorno, sino como escudo emocional—, acompañando la imagen con un mensaje que caló hondo entre quienes no olvidan aquel día en que la Isla se rebeló contra más de seis décadas de opresión.
“No nací en la isla, pero la isla nació en mí”, escribió con el alma en la mano. Y así fue soltando verdades que no caben en discursos oficiales: “Crecí escuchando historias que no caben en libros: del calor que quema pero también abraza, del miedo disfrazado de silencio, de la esperanza que nunca se apagó.”
Lina, hija de la presentadora cubana Lili Estefan y sobrina de los icónicos Gloria y Emilio Estefan, no esquivó el tema ni se fue por las ramas. Recordó con firmeza que el 11 de julio de 2021, el pueblo cubano se sacudió el miedo y gritó en las calles lo que tantos llevaban años callando.
“Ese día, mi pueblo gritó lo que muchos callaron por décadas. Gritaron por los que no pueden, por los que se fueron, por los que siguen soñando con volver”, escribió la joven, dejando claro que su sangre también lleva el pulso rebelde de la historia cubana.
Aunque ha sido criticada por algunos por representar a Cuba en un certamen internacional sin haber nacido en la Isla, Lina reafirma su conexión profunda con sus raíces y con la causa de la libertad. Porque, como bien dice, “aunque el mar nos separe, mi corazón marcha con ustedes”.
Cerró su emotivo mensaje con una frase que es ya bandera para miles dentro y fuera del país: “No se olvida. No se calla. Patria y Vida. Siempre.”
Su publicación fue recibida con aplausos digitales por parte de cubanos en el exilio y dentro de la Isla, quienes agradecieron su postura y su valentía al dar la cara por la memoria colectiva del 11J, ese día que partió en dos la historia de la dictadura cubana.
Porque la lucha por la libertad no tiene pasarela ni escenario: se lleva en el pecho, en la voz y en el compromiso. Y Lina, sin dudas, lo entendió muy bien.