¡Ay, William Levy! Nuestro galán cubano favorito sigue en el ojo del huracán, y no precisamente por un nuevo protagónico. El lío comenzó allá por mediados de abril de 2025, cuando Levy terminó esposado en el sur de Florida, acusado nada menos que de intoxicación desordenada y allanamiento. ¡Sí, leyeron bien! Nada de escenas de novela: esto fue la vida real, y bien dramática.
Este viernes pasado, en una corte del condado de Broward, Florida, se llevó a cabo otra audiencia para seguir el caso penal que tiene a William Levy metido en camisa de once varas. Aunque el actor no apareció en persona, su abogada, Regina Tsombanakis, sí estuvo allí para dar la cara y poner al día a la jueza sobre cómo va el asunto.
La audiencia fue breve, apenas unos diez minuticos, pero con información clave. La abogada anunció que William Levy logró ser aceptado a finales de junio en un Programa de Derivación, una especie de salvavidas legal que existe para evitar juicios cuando se trata de delitos menores. Según contó, Levy ya empezó a cumplir con las reglas del programa desde el 30 de junio.
“No hay más nada que hacer en este caso. Después que él cumpla con el programa de derivación creemos que el caso será desestimado dentro de muy poco”, dijo la abogada Tsombanakis en declaraciones a Telemundo 51, luciendo bastante confiada. Y añadió que William está agradecido por el apoyo de sus fans y muy feliz con el rumbo que está tomando el caso. ¡Menos mal!
Pero, ¿qué es exactamente ese famoso Programa de Derivación? Bueno, resulta que en el condado de Broward tienen este sistema para que personas que están metidas en líos legales por primera vez —y que no hayan cometido actos violentos— puedan evitar un juicio. El programa incluye varias cositas, como asistir a clases educativas, tener un oficial de libertad condicional respirándote en la nuca, cumplir con un plan personalizado y reportarse mensualmente. En el caso de Levy, el programa durará 90 días, y debería estar libre de líos a finales de septiembre… si se porta bien.
Todo esto se originó el 14 de abril en el restaurante Baires Grill, en Weston, Florida, donde, según reportes de la policía y llamadas al 911, William Levy estaba bastante pasado de tragos. Dicen que hizo escándalo, no pagó la cuenta y se metió en zonas privadas del restaurante sin permiso. Cuando la policía le pidió que se marchara, él se negó y acabó arrestado. Luego salió bajo fianza, pero dejó claro en sus primeras declaraciones que él solo quería calmar una discusión entre su acompañante y otro cliente. “Nada grave”, ha dicho Levy después en entrevistas… aunque los cargos hablan por sí solos.
Lo que viene ahora es una audiencia el 4 de septiembre, en la que la abogada de Levy deberá presentar un reporte sobre cómo va portándose su cliente. Si todo sale bien, el caso podría quedar en el olvido, sin juicio ni antecedentes penales que manchen el currículo de galán de telenovelas.
Mientras tanto, William Levy sigue concentrado en su carrera. Según su abogada, está cumpliendo con todo lo que el tribunal le pide y hasta tiene planes de viajar pronto para nuevos proyectos. ¡La novela de la vida real continúa!
