¿Te imaginas importar una casa completa desde China y montarla en tu patio para empezar un negocio de alquiler? ¡Pues una cubana en Estados Unidos decidió dejar de soñar y ponerse manos a la obra! Y como buena emprendedora, lo ha contado todo en TikTok, donde su historia se ha vuelto viral. Entre curiosos, escépticos y futuros imitadores, la gente está pegada a sus videos, preguntándole hasta el más mínimo detalle de su hazaña inmobiliaria.
Y es que no es para menos. Las casas, sí, casas en plural, llegaron en contenedores gigantes directamente desde Asia. ¡Como si fueran un pedido de AliExpress pero en versión XXL! En menos de dos meses ya estaban listas y relucientes. Una de ellas tiene tres habitaciones, un baño, dos entradas, cocina equipada, baño moderno con lavadora y secadora incluidas (¡dentro del baño!), y hasta un cuarto con balcón. La otra, que ya tiene inquilinos viviendo felizmente, cuenta con dos cuartos, dos baños y closets para guardar hasta el último trapito.
“Todo nuevecito”, contó la cubana en uno de sus videos, mientras enseñaba cada rincón de sus casitas prefabricadas. Claro, a muchos se les fue la vista directo a la lavadora al lado de la ducha, algo que generó risas y debates. Una usuaria, medio en broma, comentó: “Yo tengo dos baños y a veces no damos abasto, imagina con uno solo”. Y otra, más práctica, soltó la gran duda: “¿Dónde están los clósets?”. ¡Prioridades!
Pero si algo ha dejado a todos con la boca abierta ha sido el costo total de la jugada. La cubana no se guardó nada y sacó las cuentas en TikTok: cada casa le salió en 15,600 dólares, más 10,200 del transporte desde China, 9,900 en impuestos, 1,100 por moverlas al terreno, y otros gastos que se fueron sumando. Entre el sistema séptico (10 mil dólares) y el césped (2 mil), la inversión final fue de 118,780 dólares. ¡Y eso sin contar una estafa de 7 mil dólares que, según prometió, contará en otro video!
Obviamente, las preguntas no se hicieron esperar. Sus seguidores quieren saberlo TODO: “¿Dónde las compraste?”, “¿Cuánto miden?”, “¿Se pueden instalar en Florida?”, “¿Necesitaste permisos?”, “¿Servirán para México o República Dominicana?”. Y, por supuesto, la más importante: “¿Vale la pena?”. La cubana ha respondido algunas dudas y hasta prometió un tutorial paso por paso para guiar a quienes quieran seguir sus pasos.
Aunque no todo ha sido aplausos. Algunos dudan de la calidad de las casas chinas y piensan que es mejor construir desde cero. Pero la mayoría de los comentarios han sido puro apoyo. Desde “¡Eres una luchadora, felicidades!” hasta “¡Yo quiero una igual!” o “Qué gran idea, pásame el dato”, la comunidad parece más intrigada que escéptica.
Como bien dijo ella misma en uno de sus videos: “Uno como siempre tratando de convertirse en millonario”. Y es que, aunque no todos estén listos para meterse en el lío de importar una casa desde el otro lado del mundo, esta cubana ya demostró que, con un poquito de valentía, creatividad y paciencia, se pueden abrir nuevas puertas… aunque esas puertas lleguen en un contenedor de China.