¡Internet está que arde! Y es que Sandro Castro, el nieto de nada menos que Fidel Castro, ha protagonizado un video que está causando un auténtico terremoto en las redes sociales. Si ya estaba en el ojo del huracán por sus lujos y extravagancias, ahora el joven ha dado un paso más allá con una escena caótica y completamente desconectada de la realidad. ¡Y sí, hay video!
En las imágenes, que han empezado a circular como pólvora en plataformas como Facebook, Instagram, TikTok y X (antes Twitter), se ve a Sandro lanzando frases sin mucho sentido y, digamos, bastante estrambóticas. Está exaltado, acompañado de varias personas y, para ser sinceros, no parece estar en su mejor momento emocional. La verdad es que resulta difícil apartar la mirada: es de esos videos que uno mira primero con curiosidad… y termina viendo varias veces porque no lo puede creer.
Entre las cosas que suelta Sandro están joyas como “¡Démelo! ¡Démelo! ¿Qué me hace?”, “¡Denle candela!”, y la que se ha vuelto el hit de este caos: “¡Liberen al diablo! ¡Libérenlo!”. Pero eso no es todo: también dice “¡A mí dame gasolina para quemarme como Daddy Yankee!”, mezclando referencias pop con declaraciones completamente fuera de lugar. ¡Imagínense el cuadro!
Y si pensabas que ahí terminaba la locura, pues no. En el mismo video, Sandro suelta frases como “¡Yo soy su dios!” y hasta algo tan raro como “¡Que sepa que si me quemas acabará para siempre la cristash!”. Vamos, que ni el más creativo de los guionistas de Hollywood habría podido escribir semejante guion. Suena casi como una mezcla de show improvisado y descarga espiritual… o algo por el estilo.
El ambiente en el que se grabó el video es bastante curioso. Parece que están al aire libre, en medio de la naturaleza, y Sandro está visiblemente alterado. Sus gestos, la intensidad con la que habla, los cambios de tono… Todo apunta a que está en un estado emocional bastante inestable. Eso, por supuesto, ha disparado las especulaciones de medio mundo.
Por si fuera poco, en su verborrea suelta referencias a cosas como té verde, jugo de manzana y una misteriosa “fórmula”, aunque no aclara de qué demonios está hablando. La verdad, es que escucharle es como tratar de armar un rompecabezas sin piezas: nada cuadra del todo. Algunos usuarios bromean diciendo que está revelando el secreto de la inmortalidad, mientras otros se muestran preocupados por su salud mental.
Tampoco está claro si el video fue grabado todo en un solo momento o si, por el contrario, es una recopilación de varias escenas. Hay quien dice que es un “collage” de sus múltiples episodios, pero lo cierto es que la confusión es total. Eso sí: las visitas y los comentarios no paran de subir en redes.
La publicación del video ha provocado una auténtica tormenta mediática. Hay internautas que se lo toman a broma, otros que sueltan memes a velocidad supersónica, pero también están los que expresan genuina preocupación por el nieto del histórico líder cubano. Entre risas y críticas, muchos se preguntan si Sandro necesita ayuda profesional urgente.
Y es que no es la primera vez que Sandro Castro se encuentra en el centro del huracán mediático. El joven ya había sido blanco de la controversia por ostentar lujos que contrastan brutalmente con el discurso de austeridad y sacrificio que, durante décadas, pregonaron las autoridades cubanas. Autos deportivos, fiestas exclusivas, ropa de marca… Sandro ha exhibido de todo, ganándose tanto fans como detractores.
Basta recordar que en el pasado sus publicaciones en redes sociales, mostrando autos de alta gama o ambientes llenos de glamour, encendieron grandes discusiones en la Cuba virtual. Muchos le reprochan estar completamente desconectado de la realidad que vive la mayoría de los cubanos. Y ahora, con este nuevo video, ha vuelto a poner su nombre en la boca de todos.
Hasta el momento, ninguna fuente oficial ha abierto la boca para comentar sobre este escándalo. Ni su familia ni ninguna institución del Estado cubano han hecho declaraciones sobre lo que ocurre con Sandro. El silencio, como suele pasar en estos casos, solo alimenta más las especulaciones y los rumores.
Así que, por ahora, solo nos queda esperar a ver qué pasa con Sandro Castro y su caótico episodio de “¡Liberen al diablo!”. Entre el morbo, la preocupación y las risas, el nieto de Fidel vuelve a ser noticia… y no precisamente por cosas buenas.