La actriz cubana Zajaris Fernández, conocida por su chispa, talento y presencia en el canal de Los Pichy Films, le dijo adiós al proyecto que la acompañó cada semana en redes sociales. Sí, como lo lees: Zajaris ya no forma parte del equipo de Los Pichy Boys, ni en el pódcast, ni en la obra, ni en las plataformas.
La noticia la soltó nada más y nada menos que Alex Otaola, quien —como siempre— no dejó pasar el chisme caliente. Según comentó en su show, se enteró por una directa que hizo la propia Zajaris, y luego confirmó con Los Pichy que efectivamente hubo “diferencias”.
“Zajaris ya no está en el elenco de la obra en Tampa ni estará más en las plataformas del canal”, explicó Otaola durante su programa, dejando claro que, aunque no hubo drama público, algo se rompió detrás del telón.
Por su parte, la actriz se mostró calmada en su directa, pero fue directa con su comunidad:
“Ya no voy a salir más en el pódcast de los martes, ni el mío va a estar los lunes en su canal. Ahora voy a hacer todo desde el mío: Zajaris Oficial”, dijo con voz serena, pero determinada.
Además, invitó a sus seguidores a apoyarla en esta nueva etapa:
“Vayan y suscríbanse, que por ahí viene ‘Por mis tacones’, el programa de cocina de los domingos y ‘La colada de la Chacha’. Tengo muchas cosas preparadas”, anunció con entusiasmo.
Mientras algunos seguidores empezaron a armar teorías sobre los verdaderos motivos del rompimiento, Los Pichy Boys salieron con su estilo tranquilo a confirmar que sí, hubo una diferencia, pero que no fue nada “grave” ni escandaloso. ¿Será cierto o están tapando el arroz quemado?
Lo que sí es verdad es que la salida de Zajaris deja un vacío en el pódcast, donde su personalidad se había vuelto clave. Su picardía, espontaneidad y ese “toque de mujer cubana con carácter” aportaban balance y sabor al contenido.
No olvidemos que Zajaris no era una más del elenco. Su papel como Vilma Espín en “Memorias de la Sierra” fue uno de los más comentados, compartiendo escena con Vladimir Escudero como Juan Almeida. Juntos se robaron el show, burlándose con elegancia del absurdo del castrismo y conectando con una audiencia cansada del discurso oficial.
Y aunque no se sabe si el distanciamiento fue por decisiones creativas o por diferencias más profundas (que puede que salgan a flote con el tiempo), lo cierto es que Zajaris no se quedó llorando en un rincón. Al contrario, ya está construyendo su propio espacio digital, con el mismo humor, sazón y crítica que la caracteriza.
Alex Otaola, por su parte, le deseó lo mejor y le pidió a su audiencia que la siga apoyando, ahora en su canal independiente. Y es que en un panorama donde muchos se acomodan o se callan, Zajaris sigue apostando por su estilo auténtico, sin filtro y con conciencia cubana.
