Hay cosas que uno nunca espera ver, y una de ellas es tu ciudad natal convertida en un fantasma. Eso fue exactamente lo que sintieron miles de cubanos cuando se toparon con un video en TikTok que muestra a Holguín, una de las ciudades más queridas del oriente cubano, en un estado de silencio y abandono que estremece.
El video lo publicó @yosoyjaimep y no tardó en volverse viral. En él se ve un recorrido por calles que alguna vez estuvieron llenas de vida: niños jugando, guaguas repletas, música saliendo de las casas, gente conversando en las esquinas. Hoy, esas mismas calles lucen casi vacías, como si la ciudad entera hubiera decidido tomarse unas vacaciones largas… o más bien como si se hubiera ido para no volver.
Grabado el 15 de julio de 2025, el clip muestra una Holguín irreconocible para quienes aún guardan recuerdos de una ciudad despierta desde temprano, donde la vida arrancaba antes de que saliera el sol y se extendía hasta entrada la madrugada. Ahora, esa chispa parece haberse apagado.
Uno de los comentarios que más se repitió fue la sorpresa y tristeza por el éxodo masivo que ha vaciado la ciudad. “Muchos se fueron con el COVID, otros nos fuimos por necesidad… pero nunca pensé ver mi tierra así”, escribió un usuario con el corazón en la mano. Y no fue el único.
Otros internautas aprovecharon para contar cómo era “la vieja Holguín”, la de antes. Una persona recordó que las fiestas terminaban a las dos de la mañana en el parque central y que a las 5:45 ya la ciudad estaba despierta, con gente rumbo al trabajo, vendedores ambulantes preparando el café y el bullicio que tanto se extraña hoy.
Y entre tanta melancolía también apareció el orgullo. Porque aunque duela verla así, Holguín sigue siendo ese pedazo de tierra que muchos llevan en el alma. “Soy de Cueto, qué nostalgia ver mi Holguín”, comentó otro usuario, enviando bendiciones a su provincia y a todos los que aún resisten en ella.
Este video no es solo una postal triste de una ciudad, sino un retrato del presente que viven muchas zonas de Cuba: lugares vacíos, marcados por la migración, la vejez de los que se quedaron y una economía que no da tregua. Imágenes así nos hacen preguntarnos si algún día la alegría volverá a llenar esas calles… o si solo vivirá en la memoria.