En medio del enredo que es el sistema migratorio en Estados Unidos, hay un grupo de cubanos que, según el abogado Willy Allen, cayó parado. Se trata de quienes tienen en sus manos un documento I-220A y, como él mismo lo dice, están en una posición envidiable: no tienen audiencia en Corte, no deben reportarse con ICE y tienen permiso de trabajo por cinco años. ¡Una bendición con todas las letras!
Vive tu vida y espera tranquilo
Durante una intervención en CiberCuba, Allen explicó que estos cubanos están prácticamente “bendecidos”. Mientras no se metan en problemas, nadie los va a tocar ni los va a buscar, y su estatus se mantiene sin sobresaltos.
“Lo único que tienen que hacer es portarse bien y tener paciencia. La residencia les va a llegar solita”, afirmó el abogado, en un tono relajado que contrasta con la angustia de tantos otros migrantes.
Además, dejó claro que llamar a USCIS para aclarar dudas no representa ningún riesgo. Según su análisis, estos casos van camino a la legalización, aunque todavía falte algo de tiempo.
La Ley Dignidad: promesa que no resuelve el hoy
En paralelo, Allen comentó sobre la nueva propuesta de la Ley Dignidad, impulsada por la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar. Aunque no es precisamente fan de la legisladora, el abogado reconoció que al menos está moviendo el debate.
Sin embargo, fue enfático en lo que realmente importa: el problema no es el futuro, es el ahora. Mientras se habla de reformas a largo plazo, siguen las redadas, las deportaciones y los procesos en Cortes que mantienen a miles de migrantes con el corazón en la boca.
El cuento de los centros de detención “para criminales”
Allen también rompió el mito de que los centros de detención como Alligator Alcatraz en Florida están llenos solo de delincuentes. Contó que tiene dos clientes cubanos detenidos allí con I-220A, sin récord criminal y con más de tres años viviendo legalmente en el país.
Esto, según él, demuestra que el sistema está fallando gravemente, metiendo en la misma olla a personas trabajadoras y sin antecedentes, solo por no tener una solución definitiva en sus papeles.
“Están yendo a centros de trabajo a detener gente que este país necesita. No se puede seguir posponiendo esto”, sentenció Allen.
Una vez más, el régimen cubano ha dejado a su gente en manos del azar y del exilio, mientras miles de cubanos siguen buscando estabilidad fuera de una isla que no les garantiza ni comida ni futuro. En Estados Unidos, al menos algunos están logrando respirar con cierta tranquilidad gracias a estos documentos, aunque el camino hacia la residencia todavía no esté del todo despejado.