Un video que circula en TikTok ha dejado a más de uno con la boca abierta. Las imágenes muestran el Hotel Meliá Internacional Varadero en pleno verano 2025, reluciente como una tacita de oro… pero vacío como una guagua a las 3 de la mañana.
La piscina, impecable; el agua, cristalina; los mosaicos, de postal. Todo luce como sacado de un catálogo de turismo de lujo. Pero lo que más llama la atención no es la belleza del lugar, sino la ausencia casi total de huéspedes, justo cuando debería estar a reventar por ser temporada alta en Cuba.
El usuario @bob7757777 compartió en TikTok un recorrido por la zona de piscina. El ambiente parece sacado de un spa privado: ni colas, ni gritería, ni gente buscando sillas. Tranquilidad absoluta. Pero detrás de ese «relax», lo que hay es un grito silencioso del colapso turístico que sufre la isla.
Y no es paranoia ni exageración. Los números oficiales no mienten: el turismo internacional está en picada libre, y el mercado ruso —uno de los más importantes en los últimos años— se ha desplomado más de un 50 % solo en junio, en comparación con el año pasado, según datos del propio Mintur. El régimen no puede esconder el desastre ni con filtros de Instagram.
Este tipo de videos se han vuelto más comunes, y funcionan como una radiografía sin anestesia de la verdadera situación del turismo en Cuba. Mientras en la propaganda del régimen todo es alegría y multitudes, en la vida real hay más tumbonas vacías que turistas tomando mojitos.
El Hotel Meliá Internacional, que sigue bajo la gestión de la cadena española Meliá Hotels International, es uno de los “orgullos” del modelo turístico de la dictadura, pero la cruda realidad muestra que ni con instalaciones de lujo pueden esconder el fracaso. El turismo extranjero no está llegando como antes, y el pueblo cubano, por supuesto, ni soñar con pisar uno de estos hoteles. Eso sigue reservado para unos pocos y para quienes traen divisas de afuera.
Mientras el régimen sigue vendiendo humo y estadísticas maquilladas, los videos como este muestran lo que es evidente: el país se les cae a pedazos también por el lado del turismo, una de las fuentes de ingreso que más exprimieron por años. Y lo peor es que, en lugar de rectificar, siguen apostando por hoteles de lujo sin clientes y por mantener al pueblo fuera de los beneficios del turismo.