Una cubana en Michigan soltó tremenda bomba en TikTok al mostrar cuánto paga mensualmente por su apartamento… y más de uno en redes se quedó boquiabierto.
Desde su cuenta, la joven contó con total naturalidad lo que muchos se preguntan: ¿cuánto cuesta vivir bien en EE.UU. sin volverse loco con los precios? La respuesta: 1.019 dólares al mes por un apartamento de dos cuartos, con lavandería incluida, recogida de basura, agua sin límite y cero sorpresas en la factura.
“Cuando firmé el contrato era 964, pero tú sabes cómo es esto aquí, cada año te lo suben un chin”, dijo entre risas mientras organizaba su casa.
Más allá del precio, lo que verdaderamente enamora a esta cubana es la tranquilidad del barrio. “Amo este lugar, desde el clima hasta lo calladito que es todo. Aquí se respira paz, de verdad”, aseguró con una sonrisa que lo dice todo.
Pero lo más sabroso vino después, cuando comparó su vida en Michigan con lo que costaría algo similar en Miami, donde viven muchos cubanos. “Por este precio en la Pequeña Habana no me alquilan ni un cuartico en el patio”, soltó, dejando claro que el sur de la Florida está cada vez más fuera del alcance para muchos inmigrantes.
La joven terminó su video lanzando una pregunta al aire, que muchos recogieron con gusto: “¿Ustedes lo ven barato o caro? ¿Cuánto pagan ustedes donde viven?” Y ahí se armó el debate.
En los comentarios, cubanos regados por todo EE.UU. comenzaron a comparar precios, calidades y realidades. Muchos coincidieron en que, aunque Michigan no tiene el sol de Miami, sí ofrece más por menos, y sin el corre-corre de las grandes ciudades.
Este tipo de publicaciones sirven como ventana a una realidad que en Cuba ni los noticieros del régimen se atreven a mostrar: que hay vida fuera del caos, que se puede pagar una renta digna sin vender el alma, y que sí existe un país donde los servicios no son lujo… sino derecho.
Mientras en la isla la gente sobrevive entre apagones, techos que se caen y alquileres ilegales en moneda dura, esta cubana en el norte muestra que hay caminos distintos, más tranquilos, más justos… y sin necesidad de aguantarle nada a nadie.
Porque mientras el castrismo mantiene a Cuba estancada en los años 60, hay cubanos que, aunque lejos, están reconstruyendo su vida con dignidad y sin miedo.