Una ola de rabia y tristeza ha sacudido a Cienfuegos luego de que saliera a la luz una denuncia desgarradora de maltrato infantil. El caso, compartido por la página ciudadana Reporte Cuba Ya, ha levantado no solo la voz de los vecinos del reparto donde ocurrió el horror, sino también la alarma de miles de cubanos que no toleran más este tipo de abusos.
Según la información divulgada, una pareja habría dejado a su hijo menor amarrado a una silla, con evidentes signos de violencia física. El pequeño fue encontrado por su propia abuela materna, quien al entrar a la casa se topó con una escena que hiela la sangre: el niño, calladito, temblando y lleno de moretones, tenía marcas en las muñecas y mostraba señales claras de deshidratación.
«Lloraba sin hacer ruido, como si el miedo ya no le dejara ni la voz», comentó una vecina que estuvo presente en el rescate.
Los presuntos responsables del abuso son Enrique Salazar González y Eylin Ramírez Díaz, padre y madre del niño. Según se ha informado, ambos están siendo buscados por la PNR, aunque no hay confirmación oficial de que exista una orden de detención. Lo que sí abunda en las redes son fotos y datos que los mismos internautas han compartido para acelerar su localización.
El niño fue trasladado a un centro médico estatal, donde está siendo atendido por personal especializado. Médicos aseguran que su estado es delicado pero estable, y ya se activó el protocolo de intervención social para evitar que vuelva a quedar desprotegido.
Este caso, lamentablemente, no es un hecho aislado. Cuba ha sido escenario reciente de varios episodios similares que demuestran el abandono total del régimen a las familias vulnerables. En Holguín, sin ir muy lejos, una niña fue encerrada por más de un día sin ventilación. En Matanzas, otro niño terminó en el hospital con fracturas provocadas, supuestamente, por su padrastro. Todo esto en medio de un sistema que dice proteger a los menores, pero que cada vez deja más claro su desinterés por la infancia cubana.
La plataforma Reporte Cuba Ya, que ha sido clave en visibilizar este caso, exige una investigación penal profunda y acciones concretas por parte de los supuestos “servicios sociales” del Estado, esos mismos que tantas veces miran para otro lado mientras el sufrimiento se instala en las casas cubanas.
También se ha pedido apoyo psicológico para la abuela, quien tuvo que cargar con el dolor de encontrar a su nieto en tan cruel estado. Mientras tanto, los vecinos del barrio no han dejado de compartir mensajes de apoyo, pidiendo justicia y una pronta recuperación para el niño.