A veces, lo más simple se vuelve viral. Y eso fue lo que pasó con un video de Rosabel Almeida, una cubana que, sin planearlo, encendió TikTok al mostrar algo tan cotidiano como su forma de limpiar la casa. Pero ojo: no es cualquier limpieza. Es limpieza «estilo Cuba»… ¡y eso tiene su ciencia!
En el video, que ya tiene miles de reproducciones y montones de comentarios, vemos a Rosabel como muchas cubanas se han visto (o han visto a su madre, abuela o tía): descalza, despeinada, con cubos de agua cayendo por todo el piso y moviéndose al ritmo de la música como si el reguetón fuera parte del detergente.
Con el texto superpuesto en pantalla que decía “Descalza, despeinada, mucha agua, trapeador y buena música”, Rosabel resumió una escena que está tatuada en el ADN de cualquier hogar cubano. Y para rematar, agregó una joyita que muchas aplaudieron: “Mientras más alta es la música, más limpia queda la casa”. ¡Una frase que ya es lema de limpieza para más de una!
Lo curioso es que, aunque la casa donde filma Rosabel parece estar fuera de Cuba —por los electrodomésticos de punta y la decoración moderna—, el espíritu del video es 100 % cubano. Tanto, que cubanas emigradas por todo el mundo se sintieron identificadas al instante: “Así mismo limpio yo”, “No importa el país, esa costumbre no se pierde”, “Es la única forma en que el piso queda limpio de verdad”… Y así, cientos de mensajes más.
Y es que esto no es solo una escena graciosa. Es cultura, es identidad. En Cuba, limpiar la casa no es juego ni pasatiempo, es una ceremonia con música a todo volumen, agua a borbotones y mucho sudor. No hay limpieza a medias: si no suena el reguetón o una buena salsa y no te mojas los pies, no limpiaste nada.
Pero claro, como todo lo viral, el video también levantó debate. Algunas personas comenzaron a comentar sobre los roles de género y cómo esta imagen sigue asociando la limpieza exclusivamente con las mujeres. Otras, en cambio, lo ven como una forma de mantener vivas las costumbres cubanas, aunque ahora se limpien pisos en Madrid, Hialeah o Milán.
Lo cierto es que Rosabel no solo fregó su casa… también removió memorias, risas y hasta reflexiones sobre lo que significa ser cubano fuera de la isla. Porque sí, puede que cambies de país, de idioma o de dirección… pero la forma de limpiar, esa no se quita ni con cloro.