¡Candyman está de vuelta, y no precisamente con un disco nuevo! Esta vez, el pionero del reguetón en Cuba vuelve a los titulares gracias al documental “En la caliente – Historias de un guerrero del reguetón”, que acaba de llevarse el prestigioso Premio Gabo 2025 en la categoría Imagen. ¿La razón? Una historia poderosa, sin maquillaje, que escarba en la censura, la identidad y la resistencia cultural desde el beat callejero que cambió la música urbana en la isla.
Dirigido por el cubano Fabien Pisani y producido entre Cuba y Estados Unidos por The Cuban Joint, Zafra Media, Cacha Films y Caffeine Post, el documental hace un viaje al pasado, cuando el reguetón aún era llamado “música del enemigo” por el sistema. Y ahí está él: Candyman, uno de los fundadores del género, marginado durante años por las instituciones oficiales, pero más vivo que nunca a través de este testimonio visual que quema.
Según el jurado del Premio Gabo, la cinta es “una historia brillante y auténtica sobre expresión a través del reguetón en Cuba”. Y no lo dicen por decir. El documental logra algo tremendo: usar la música como hilo conductor para hablar del autoritarismo, la libertad y esa censura que no necesita micrófono para hacerse sentir. Todo sin caer en el panfleto. Puro arte y verdad.
Detrás de la música hay mucho más que ritmo. En la caliente retrata cómo el reguetón fue más que perreo: fue supervivencia en medio de la crisis. Candyman, con su estilo atrevido y letras incómodas para los de arriba, se vuelve un símbolo de resistencia. Un tipo que no esperó permiso para crear, cantar y romper moldes.
La periodista colombiana María Alejandra Villamizar lo resumió de lujo: “Candyman representa esa lucha silenciosa del cubano que, a pesar de todo, encuentra caminos”. Y en este caso, el camino fue la música, el arte, el ritmo caliente que no se apaga ni con el apagón más largo.
Durante la ceremonia del Festival Gabo en Bogotá, Fabien Pisani no se guardó nada. Dedicó el premio al propio Candyman y al Movimiento del Cine y el Periodismo Independiente en Cuba, que sigue contando lo que muchos quieren tapar. “Contar estas historias, aunque duelan, es necesario para imaginar un futuro distinto”, dijo con emoción.
Aunque habla desde y sobre Cuba, el documental conecta con cualquiera que haya sentido en carne propia la represión, la necesidad de crear desde los márgenes, la búsqueda de libertad con el corazón apretado. La brasileña Mariana Oliva, una de las productoras, lo definió perfecto: “una obra con múltiples capas del contexto político, social y cultural”.
El documental le ganó en buena lid a otros pesos pesados como A Raposa (BBC News Brasil) y Os olhos da revolução (Rádio e Televisão de Portugal). Pero fue En la caliente el que conquistó al jurado con su fuerza, su honestidad y su flow.
Cuba, una vez más, se hace sentir en el periodismo narrativo iberoamericano. Y esta vez lo hace con reguetón, con candela, y con la historia de un guerrero que nunca dejó de sonar.