Si algo nos ha enseñado la vida en Cuba es a desconfiar de los “milagros” repentinos. Y esta vez no fue diferente. En pleno recorrido presidencial por el mercado agropecuario La Cuba, en Ciego de Ávila, los estantes estaban tan surtidos que parecía un Walmart en Black Friday… pero sin colas. Malanga, plátano burro, guayaba, maíz, frutas de todo tipo y hasta sal —sí, sal—, todo disponible y a precios que hicieron frotarse los ojos a más de uno.
Cuando Díaz-Canel y Marrero llegan, hasta la tierra da más frutos
Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero llegaron como dos magos a revisar el “polo productivo” La Cuba, y ¡zas! el mercado estatal parecía Suiza: limpio, surtido, ordenado y hasta con pizarras de precios amigables. Nada de lo que vemos a diario los cubanos comunes y silvestres. Nada de mercados vacíos ni de malangas a precio de iPhone. ¿Coincidencia o espectáculo?
¿Y el resto del año? Ah, eso es otra historia
En redes sociales, la incredulidad se disparó. ¿De dónde salió tanta comida junta y tan barata? ¿Y por qué justo ahora? Muchos bautizaron la escena como el “milagro del 26 de julio”, un montaje exprés con fecha de vencimiento apenas se fueran las cámaras. Porque claro, una golondrina no hace verano, y un mercado lleno no llena el plato todo el mes.
La prensa oficial: “No es teatro, es trabajo”… ¿seguro?
Ante la ola de sospechas, Cubadebate saltó a defender la puesta en escena. Según ellos, esto no fue un montaje, sino el resultado de un esfuerzo estatal “sostenido”, con producción propia, sin intermediarios y bien organizado. ¡Hasta dijeron que producen mil cajas de plátano diarias! Suena lindo, ¿verdad? Pero al cubano no lo engañan fácil.
Y ahí apareció Pánfilo, como siempre, con la frase exacta
Luis Silva, el comediante detrás del querido Pánfilo, resumió lo que muchos pensaban: “No. No es teatro. Dale unos días. Cuando los jefes ya no estén.” Y con eso bastó para encender las redes. Porque si alguien sabe cómo funciona este guion, es el pueblo. Y el pueblo sabe que lo que se ve cuando vienen los jefes, no es lo que se vive cuando se van.
Una lista de precios de ciencia ficción
La pizarra del Punto de Venta No. 2 parecía sacada de otra dimensión. Mira esto:
- Malanga a $9.00 CUP la libra
- Plátano vianda a $24.00 CUP
- Maíz tierno a $10.00 CUP
- Limón a $65.00 CUP
- Sal a $4.50 CUP
- Ají cachucha a $25.00 CUP
¡Hasta ajo porro había por $13.00! ¿A quién quieren engañar?
Teatro del bueno (pero solo por un día)
En Facebook, una usuaria lo dijo con arte: “¡Qué linda se ve la mentira disfrazada de verdad, qué próspera es Cuba!” Otros comentaron que hasta los vendedores eran funcionarios disfrazados y que el público fue traído en guaguas. Una obra con escenografía, actores y libreto, pero sin permanencia.
Mientras tanto, en el resto del país, los apagones siguen, los precios suben y la comida sigue siendo un lujo. Porque en esta función, el telón baja rápido… y el hambre se queda.