El nietísimo Raúl Guillermo Rodríguez Castro, más conocido como «El Cangrejo», volvió a hacer de las suyas y fue sorprendido en pleno jangueo nocturno, esta vez en el concierto de Dany Ome y Kevincito El 13, en el bar restaurante St. Pauli de Santiago de Cuba. A pesar de sus esfuerzos por pasar desapercibido, el nieto del dictador no logró esquivar las cámaras… ni las críticas.
Las imágenes comenzaron a circular en Instagram gracias a la cuenta un_martitodurako8_live_oficial, que no se cortó ni un pelo al soltarle una directa: “Aunque llegues escondido ayer al concierto de mí tú no te escapas, cangreja. Y de paso, como sé que vas a ver este post, dile a tu abuelo que es un asesino”. Así, sin anestesia.
Ya antes de que salieran las fotos, el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada había soltado la bomba en Facebook: “Las inmediaciones del bar St. Pauli donde se encuentra Dany Ome, Kevincito El 13 y el Cangrejo (nieto de Raúl Castro) se encuentra completamente custodiado por policías y agentes de civil”. Tremenda operación de seguridad solo para que el niño de papá pudiera rumbear a gusto, mientras el pueblo aguanta apagones y carestías.
El concierto fue parte del espectáculo oficialista “Todo X Santiago”, ese mismo que el régimen monta para maquillar su supuesta conexión con el pueblo en el Día de la Rebeldía Nacional. Pero ya todos sabemos que de rebeldía, ahí, solo queda el nombre.
Días atrás, los propios Dany Ome y Kevincito El 13 habían sido arrastrados al centro de la polémica al anunciarse que tocarían junto a Juan Guillermo Almeida, hijo del comandante Almeida Bosque. La movida provocó un revuelo en el exilio, y los artistas optaron por cambiar la fecha para el domingo 27, intentando zafarse del tufillo oficialista.
Esa noche cerraron el llamado “Rumbón Mayor” en la Alameda de Santiago. A pesar del fuego cruzado de críticas, los artistas cumplieron con el show. Dany Ome incluso agradeció en redes tras bajarse del escenario, mientras Mayeta señalaba en otro post que, “a pesar de la polémica y las críticas del exilio, ya están en tarima cerrando el llamado Rumbón Mayor como parte del remendado Carnaval 2025 o el Motivito carnavalesco”.
Pero el detalle que más dolió vino con la reflexión de Mayeta: “Bajo el resguardo de la seguridad del Estado y en una ciudad donde muchas familias siguen a oscuras por los apagones, el dúo urbano canta para una audiencia selecta, mientras el pueblo —fuera de los reflectores— sobrevive sin agua, sin comida y sin esperanza”. Porque sí, la música puede sonar bien alto, pero los gritos de desesperación también retumban, aunque el régimen pretenda silenciarlos.
Raúl Guillermo, con su cara de niño mimado del poder, no es nuevo en estas fiestas de privilegios. Además de ser nieto de Raúl Castro, es hijo del fallecido general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja y Déborah Castro Espín, y ostenta el cargo de teniente coronel del MININT, trabajando como guardaespaldas personal del abuelo. Un cargo decorativo, más que otra cosa.
Y para rematar, no olvidemos que en 2017 ya fue captado bailando con Gente de Zona en Varadero, con una camiseta de los Yankees que llevaba su apodo, como buen cría’o en lujos y lejos de los problemas reales del cubano de a pie.
Mientras Cuba se hunde en la oscuridad y la miseria, los herederos de la dictadura siguen de fiesta, moviendo la cintura entre la vigilancia y el descaro, convencidos de que el pueblo jamás tendrá memoria. Pero Santiago no olvida… y el pueblo tampoco.
