En Cuba comerse una fresa no es cosa de todos los días. Pero una joven cubana decidió que eso no iba a seguir siendo así… al menos para su familia. ¿Y qué hizo? Pues nada más y nada menos que colarse con las frutas escondidas en pomos térmicos desde el extranjero. Y sí, lo logró sin que nadie en el aeropuerto sospechara nada.
La protagonista de esta movida es @diane.nails, una cubana que se las ingenió para traer fresas escondidas en dos vasos térmicos grandotes, uno rosado y otro beige. “Dije que lo iba a intentar y pasaron”, contó en su cuenta de TikTok, donde compartió el momento exacto en que su familia probaba, con cara de felicidad, las preciadas fruticas.
¿La escena? Una ternura. Dos mujeres y una niña saboreando las fresas con una emoción que te rompe el alma (y el estómago). Porque claro, en un país donde encontrar hasta una cebolla puede ser una odisea, probar una fresa es casi un lujo de película.
Y es que en Cuba, las fresas no se ven ni en sueños. No aparecen ni en los agromercados estatales ni en la mayoría de los puntos privados. Son parte de esos sabores que muchos cubanos solo conocen por fotos o por algún recuerdo lejano.
El video no tardó en volverse viral, y en los comentarios llovieron aplausos para la muchacha por su creatividad y el amor con el que pensó en su gente. “Eso sí es pensar como país… pero desde afuera”, bromeó un seguidor. Otros aprovecharon para señalar, con toda razón, lo absurdo que resulta tener que hacer magia para disfrutar algo tan básico como una fruta.
Este gesto, aunque pequeño, pone sobre la mesa una gran verdad: en Cuba, las restricciones alimentarias todavía son el pan de cada día. Y mientras los anaqueles sigan vacíos, la creatividad de los cubanos será la protagonista de estas historias que nos hacen reír… y también reflexionar.