En un país donde cada día se hace más difícil llevar un plato de comida a la mesa, y donde no es raro ver a personas rebuscando entre los latones de basura, el régimen sigue mostrando una cara que no tiene nada que ver con la realidad del pueblo. Esta vez, la Corporación CIMEX se botó con una publicación que parece una burla más que una propuesta.
Desde su página oficial en Facebook, la empresa militar invitó con bombos y platillos a desayunar “la parejita feliz” —un sándwich con malteada— en el Café Cubita, dentro de la Tienda El Encanto en Camagüey. Con emojis, entusiasmo fingido y un tono más propio de un influencer que de una entidad estatal, lanzaron la sugerencia como si los cubanos tuvieran el estómago lleno y la billetera rebosando.
“¡Prueba mañana en el desayuno los sándwiches con malteada y nos cuentas qué tal!”, decía el post, como si se tratara de una rutina normal en un país donde cada comida es una odisea. Por supuesto, no se mencionó el precio, pero a estas alturas ya todos sabemos que esas ofertas no están diseñadas para el cubano de a pie, sino para los que viven del dólar o del poder.
La dirección exacta la compartieron como si todo el mundo pudiera levantarse tranquilamente a las nueve de la mañana e ir a desayunar a Maceo #52. Pero la gente no está para eso. Lo que hay es hambre, desesperación y rabia.
Los comentarios no se hicieron esperar, y fueron una avalancha de indignación. Pedro Orlando Guevara Yero lo soltó sin pelos en la lengua: “Nunca han tenido vergüenza, pero el cinismo de estos es demasiado. Un país donde la mayoría, sobre todo los niños, no tienen ni leche para desayunar, y estos… publican cosas como estas, no jo… vayan a la mierda.”
La emprendedora Yulieta Hernández Díaz tampoco se contuvo: “Sándwiches y malteada… Los comunicadores con trabajo online se confunden de cuenta, creen que están llevando la cuenta de un influencer. Debe ser, porque no le encuentro otra explicación lógica.”
Y el periodista José Raúl Gallego fue directo al grano, señalando que esta misma corporación militar —controlada por Raúl Castro y su élite— es la que ha convertido las tiendas del país en templos del dólar, negándole al cubano común hasta lo más básico. “El desayuno que las madres cubanas no tienen para sus hijos está guardado, por montones, en los almacenes de los militares.”
El mensaje es claro: mientras el pueblo sobrevive entre apagones, colas eternas y escasez, los militares disfrutan de refrigeración, comida almacenada y “desayunos felices”. No es desconexión, es desprecio.
Y no es la primera vez que CIMEX se burla del cubano. En otra ocasión, en medio de los apagones y la inflación galopante, propusieron en sus redes que la gente saliera a comer en familia los domingos. “¿Te lo muestro?”, decían. La respuesta de un usuario lo resumió todo: “Oriéntame ahí dónde hay corriente, para salir a comer.”
El régimen, a través de sus empresas, insiste en construir una Cuba de fantasía en redes sociales, mientras la verdadera Cuba se cae a pedazos, con niños sin leche, ancianos haciendo colas interminables, y madres llorando porque no tienen con qué alimentar a sus hijos.