Después de tanto misterio, miraditas cómplices y escapaditas medio escondidas, Tom Cruise y Ana de Armas por fin se dejaron ver como lo que todo el mundo ya venía comentando: pareja y bien agarraditos de la mano. La escena fue en Woodstock, Vermont, ese pueblito encantador del norte de EE.UU., donde Ana vive como toda una estrella en una mansión valorada en siete millones de dólares. ¡Casi nada!
Las imágenes exclusivas de TMZ los captaron en pleno paseo romántico, sin apuros, con ropa cómoda y esa vibra de «aquí no ha pasado nada», pero dejando claro que lo suyo va en serio. Sonrisas, gestos tiernos y hasta un heladito compartido en plena calle: más claro, ni el agua.
Del escenario al corazón
El chisme no es nuevo. Desde San Valentín en Londres, cuando fueron vistos cenando junticos en el Soho, los rumores no han parado. Luego vino el yate en Menorca, los vuelos en aviones privados y la salida de la fiesta de cumpleaños de David Beckham. Todo con mucho disimulo… hasta ahora.
Ambos coincidieron durante el rodaje de Deeper, un thriller cargado de suspenso donde comparten cartel. Y desde entonces, la química entre ellos ha sido imposible de ignorar. Ana, como buena cubana, intentó despistar diciendo que solo hay una conexión laboral entre ellos. Pero ya se sabe que una mirada vale más que mil entrevistas. Tom, en su estilo hermético de siempre, tampoco ha soltado prenda. Pero lo cierto es que no se despegan ni un segundo.
¿La edad? A ellos ni les importa
Como era de esperarse, las redes sociales ardieron con comentarios de todos los colores. Que si la diferencia de edad (él tiene 63, ella 37), que si es solo promoción para la película, que si esto y lo otro… Pero mientras el mundo debate, Tom y Ana siguen a lo suyo, bien tranquilos y cada vez más pegaditos.
Y es que esta no es la primera vez que Ana se enamora entre cámaras. Todo el mundo recuerda su relación con Ben Affleck, que empezó también en un rodaje y fue uno de los romances más mediáticos del 2020. Después se la vinculó con el ejecutivo Paul Boukadakis y, más recientemente, con Manuel Anido Cuesta, hijastro del gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
Ese último noviazgo, por cierto, terminó hace poco, según la revista People. Y no es de extrañar. Ana, que ha ganado un lugar entre las grandes ligas de Hollywood, parece estar poniendo distancia del pasado, sobre todo de cualquier vínculo con la cúpula del poder en Cuba, que bastante desprestigio arrastra a nivel internacional.
Una historia de película… pero real
Lo que empezó con escenas compartidas en el set, fue creciendo lejos de los focos hasta que ya no se pudo tapar más el sol con un dedo. Tom y Ana parecen estar disfrutando su momento sin necesidad de declaraciones grandilocuentes.
¿Confirmación oficial? No.
¿Confirmación con hechos? De sobra.