Rafael Pérez Insua, quien fuera una figura clave en el aparato propagandístico del régimen cubano, ahora vive en Estados Unidos tras ingresar por la frontera en 2024, usando la aplicación CBP One. Lo que antes era un rostro visible de la censura en Cubavisión, hoy es un migrante más en Miami, esperando acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, mientras se sostiene con cupones de alimentos y se mantiene en perfil bajo.
Durante años, Pérez fue la voz institucional de la censura, avalando y defendiendo los intereses del Partido Comunista desde cargos importantes en Cubavisión, Cubavisión Internacional y Canal Habana. Bajo su gestión, la televisión cubana se convirtió en un muro que bloqueaba cualquier crítica al régimen, incluso cuando el país entero estalló el 11 de julio de 2021. Desde ahí justificó la represión, apagó voces incómodas y persiguió la sátira como si fuera delito.
Uno de los episodios más recordados de su paso por los medios fue la expulsión del humorista Andy Vázquez del popular programa Vivir del Cuento, tras una parodia sobre el mercado Cuatro Caminos. Según Pérez, el actor había usado su personaje para expresar «criterios personales». Así funcionaba la “televisión del pueblo”.
Su salida de Cuba se concretó en octubre de 2023, en pleno éxodo masivo hacia México. En ese momento, ya estaba apartado de sus funciones dentro del Instituto de Radio y Televisión (actual Instituto de Información y Comunicación Social), una etapa conocida como “plan pijama”, ese limbo donde el régimen aparca a sus cuadros caídos en desgracia, pero sin botarlos del todo.
Al principio se instaló en Texas, pero después se movió al sur de Florida. Allí, evita cámaras, no da entrevistas y se esconde del ojo público, en un giro irónico para quien durante años controló qué se decía y qué no se decía en la televisión cubana.
El periodista cubano Mario J. Pentón confirmó su presencia en Miami e intentó entrevistarlo. Al identificar su voz, Pérez colgó sin decir una palabra. “Entró como cualquier migrante, pero ahora busca pasar desapercibido. Un contraste con su papel en Cuba, donde justificaba la represión a diario”, comentó Pentón.
En redes sociales, su paradero ha sido tema caliente. Páginas como La Tijera aseguran que él y su esposa todavía residen en San Antonio, Texas, trabajando para un canal digital y una emisora radial. Aunque parezca increíble, el censor de ayer hoy podría estar operando cámaras en el “imperio”.
El caso de Pérez no es único. En enero de 2024, CiberCuba reveló que Lianet Uley Suárez, exdirectora de información de la radio cubana y también militante activa del PCC en el ICRT, emigró y se habría quedado en México. Como ellos, muchos otros cuadros del sistema han optado por fugarse en silencio, tras años de adoctrinamiento y sumisión ideológica.