En la madrugada del viernes, la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, volvió a conectarse al Sistema Eléctrico Nacional. Pero más allá del retorno a la «normalidad», lo que realmente se encendió fue la molestia popular: una vez más el régimen juega al misterio mientras el pueblo se ahoga en apagones.
La planta, que ha sido un dolor de cabeza constante, logró levantar vuelo tras un proceso de arranque lleno de titubeos. Fue el periodista oficialista José Miguel Solís quien soltó la noticia en redes sociales, como quien tira una bomba envuelta en papel de regalo. Según su publicación, la Guiteras ya está “en línea” y alcanzó más de 160 megawatts al cierre del día.
Con un toque sarcástico bien cubano, Solís soltó en su post: “Así que en términos beisboleros tenían bola escondida. BRAVO”. Lo que en buen cubano se traduce como: «nos estaban cogiendo pa’ eso», y ahora pretenden vendernos eficiencia con bombos y platillos.
Lo más curioso es que Solís, quien ha estado tradicionalmente alineado con la narrativa oficial, viene subiendo el tono contra el Ministerio de Energía y Minas y los mandamases del régimen. En sus publicaciones recientes ha dejado claro su descontento con el desastre energético que azota a Cuba.
Y es que, por más que intenten maquillar los cortes eléctricos, el pueblo no olvida que la Guiteras ha sido símbolo del colapso del sistema. Cada vez que se apaga, el país entero entra en una espiral de oscuridad, calor e indignación. El gobierno, por su parte, sigue sin dar la cara con transparencia, soltando migajas de información cuando ya el caos está hecho.
Esta reconexión no es sinónimo de solución. Es solo otra tirita sobre una herida profunda que lleva años supurando bajo el castrismo, mientras los de arriba gozan de privilegios y aire acondicionado, y el pueblo se abanica con un cartón esperando a que «venga la corriente».
Así que sí, la Guiteras arrancó… pero lo que no arranca es la vergüenza de un régimen que sigue jugando con la paciencia de los cubanos. Y eso, ni con 160 megawatts se puede encender.
