En Santiago de Cuba ya no solo falta la electricidad: también se va perdiendo la paciencia, el sueño y hasta la dignidad. Las imágenes más recientes que circulan en redes sociales son como una cachetada a la cara de todos: niños durmiendo en portales, sin ventilador, sin luz, y con un calor que no perdona.
La foto la publicó el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada en su perfil de Facebook, y lo que muestra es la pura y triste realidad que muchos en la isla viven, pero pocos se atreven a contar. Se ve a menores acostados fuera de sus casas, intentando dormir mientras el calor los golpea sin compasión. Y sí, aunque parezca mentira, esto está pasando en pleno 2025.
Después de esa publicación, las redes se llenaron de testimonios. Una madre soltó su dolor en un comentario: “Tengo dos niños pequeños, y se me parte el alma. Ya esto es inhumano”. Otra lo dijo sin filtro: “Es criminal lo que se está viviendo en Cuba”. Y es que lo que debería ser un hogar se ha convertido en una trampa calurosa sin escape.
Porque claro, el apagón no solo te apaga el ventilador o el refrigerador. Te apaga el ánimo, la salud mental, el sueño… y el carácter. Las familias están subiendo a las azoteas, sacando colchones a la acera, durmiendo en portales como si estuviéramos en guerra. Y dentro de las casas, lo que hay es una caldera sin ventilación.
Una usuaria lo resumió con un grito que parece eco nacional: “No hay agua, no hay comida, no hay corriente… no hay nada”.
Y mientras tanto, los niños—que deberían estar durmiendo tranquilos y yendo a la escuela con energía—están tirados en el piso, a merced de los mosquitos y el calor infernal. Eso, claro, si no se despiertan llorando por la desesperación.
El drama no se queda solo en Santiago. En Holguín, el periodista Mario J. Pentón publicó la foto de un hombre durmiendo en plena calle tras más de 20 horas sin electricidad. Y en Camagüey, una madre se plantó frente al Gobierno Provincial el 31 de julio para protestar porque llevaba más de un día sin luz, con un niño pequeño y otro con síndrome de Down a su cuidado. Nadie le dio respuesta, como siempre.
Incluso el actor Andy Vázquez subió una imagen que deja frío a cualquiera: una familia durmiendo en el balcón, niños incluidos, tratando de escapar del calor por culpa de los apagones nocturnos.
Y por si fuera poco, en TikTok un joven cubano estalló de rabia porque se le echó a perder un paquete entero de salchichas. “A nadie le importa el sacrificio que uno hace para poner un plato de comida en la mesa”, dijo, con la voz temblando de indignación.
La gente está cansada, dolida, frustrada. No hay corriente, no hay soluciones y, peor aún, no hay explicaciones. Solo silencio y más oscuridad.
Mientras tanto, en Cuba, los más pequeños siguen durmiendo en los portales… a la sombra de una crisis que parece no tener fin.