Si hay algo que distingue a la mujer cubana es su capacidad de inventar, resolver y, sobre todo, lucir espectacular… ¡con lo que haya! Y para muestra, un video viral en TikTok que ha encendido la nostalgia y las carcajadas entre miles de cubanas en todo el mundo. ¿El motivo? Un truco de belleza tan criollo que basta con verlo para decir: “esa tiene que ser cubana”.
La autora del video es conocida como Una Guajira en La Habana (@unaguajiraenlahabana), y lo que muestra no necesita grandes efectos ni palabras: una cazuelita en el fogón, un pomo de rímel seco adentro, y una mujer decidida a revivir su maquillaje como si fuera un ritual ancestral. El texto que acompaña el clip lo dice todo con picardía: “DIME QUE ERES CUBANA. Sin decir que eres cubana”. Y ahí explotó el TikTok.
Más de 4 mil likes y una lluvia de comentarios llegaron como arroz con pollo en fiesta de quince. “¡Lo hago incluso viviendo aquí en Miami!”, soltó una usuaria. “Yo lo metí en el microondas y explotó”, confesó otra entre risas. “Me lo mandaron a España, no puedo vivir sin ese rímel”, escribió una más, como quien habla de una reliquia de familia. Hubo hasta quien dijo: “Ese rímel resiste más que el pueblo a la dictadura”. Fino y certero.
Lo mejor de todo fue lo que ocurrió en la sección de comentarios: se convirtió en un salón de belleza virtual, un cafecito entre amigas donde salieron a flote los recuerdos, los trucos heredados y las meteduras de pata más graciosas. Una contó que se le derritió el pomo completo por dejarlo mucho rato en el fogón. Otra lo hervía “hasta que ya no daba más”. Algunas incluso compartieron variantes modernas: colirio, gotas para los ojos o comprar uno baratico en Dollar Tree.
Pero más allá del maquillaje, este video despertó una memoria colectiva que solo entiende quien ha vivido en Cuba. Porque ese truco no era pura coquetería: era sobrevivencia. En los tiempos de “no hay”, cada gota de rímel se exprimía con el mismo amor que se exprimía el café de la bodega. Y eso se aprendía entre vecinas, madres, hermanas… como un código no escrito de la belleza criolla.
Así que sí, puede que hoy vivas en Miami, Madrid o Montreal, pero si alguna vez metiste el rímel en agua hirviendo, tienes el carnet de cubana auténtica. Porque hay cosas que no se olvidan. Y a veces, basta un pomo hervido para sentirte, otra vez, en casa.