Dicen que el que da de corazón, siempre recibe más. Y eso parece ser el lema de Mawell, el reguetonero cubano que no solo canta y llena pistas de baile, sino que también tiene gestos que tocan el alma. Esta semana volvió a encontrarse con un niño que vende dulces en las calles de Cuba, y lo sorprendió con un regalo mucho más grande que la vez anterior: ¡5,000 pesos cubanos!
¿Te acuerdas de aquel video donde Mawell le regalaba 2,000 pesos a un niño mientras trabajaba vendiendo golosinas? Pues no quedó ahí. El artista dijo en su momento que lo volvería a encontrar… y cumplió su palabra. En su cuenta de Instagram escribió: “Les dije que lo encontraría de nuevo… El niño que le regalé aquella vez los 2,000 pesos hoy se llevó una sorpresa mejor. Obbatalá me lo triplica después por hacer el bien y ayudar a muchos.”
Todo quedó grabado en un video que se volvió viral. Mawell, mientras iba en su carro, reconoció al niño entre la gente. El pequeño seguía vendiendo dulces, con la misma sonrisa y el mismo empuje. El artista paró el auto, bajó el cristal y le preguntó si lo reconocía. El niño, emocionado, no dudó en sonreír y decir que sí.
Pero la cosa no se quedó solo en saludos. Mawell sacó los billetes y le entregó nada menos que 5,000 pesos, haciendo que los ojos del niño se iluminaran. Y por si fuera poco, le prometió que si se lo vuelve a encontrar, le regalará 100 dólares. ¡Sí, leíste bien!
Las redes sociales se inundaron de comentarios positivos. “Esto lo hacen las personas de buen corazón y tú eres lo máximo”; “Dios te lo multiplica, bro, bendiciones”; “Gracias por ayudar a ese niño que en vez de estar jugando, está luchando por sobrevivir”, fueron solo algunos de los mensajes que recibió.
Pero más allá del gesto del artista, este tipo de historias también sacan a la luz una realidad muy dura: en Cuba, hay niños que tienen que trabajar desde pequeños para poder comer o ayudar en casa. Una de las seguidoras del cantante lo dijo claro: “No entiendo, ese niño que es menor de edad cómo lo dejan vender así… Dios mío, qué tristeza.”
El video se ha convertido en una mezcla de ternura, reflexión y denuncia social. Porque sí, se aplaude el gesto, pero también duele ver la necesidad tan fuerte que viven los más pequeños en la isla.
Mawell no solo regaló dinero. Regaló dignidad, esperanza y, sobre todo, un momento de alegría a un niño que se lo merece todo. Y ese tipo de acciones, en un país donde escasea hasta la luz, son las que realmente iluminan.
