La historia de Joaquín Palacios Juncal parece sacada de una serie policial, pero lamentablemente es real. Este cubano, que vivía de forma ilegal en Estados Unidos, fue detenido en los últimos días por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tras conocerse su largo y preocupante historial delictivo.
Y no estamos hablando de delitos menores. Palacios tiene encima cargos por abuso infantil agravado, posesión de cocaína, agresión con arma mortal, violencia doméstica y hasta acoso. Sí, un combo completo. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no se anduvo con rodeos y lo calificó directamente como un “delincuente en serie”.
“Otro abusador fuera de las calles”
Así, sin anestesia, lo anunció el DHS en su cuenta de X (antes Twitter): “¡Otro abusador de niños fuera de las calles estadounidenses!”. Palacios no solo tenía múltiples delitos a su nombre, sino que ya estaba en el radar de las autoridades desde hace tiempo. Lo que sigue ahora para él es el proceso de deportación, y todo apunta a que no tendrá un final feliz en EE.UU.
ICE pisa el acelerador con las deportaciones
La detención de Palacios forma parte de una ola de operativos masivos que ICE ha intensificado en los últimos meses. Desde enero, se han arrestado más de 149,000 inmigrantes indocumentados, y solo en las últimas ocho semanas ya van unos 50,000. La orden es clara: mano dura contra los que tienen antecedentes penales, pero también están cayendo muchos sin delitos graves.
Las cifras no mienten: más de 700 arrestos diarios
Según el Migration Policy Institute, el ritmo de detenciones se duplicó respecto al período de Biden. En mayo se registraron 25,645 arrestos, en junio subió a 34,962 y solo en la primera mitad de julio ya iban más de 19,000. El mensaje es fuerte y claro: la administración Trump no está jugando.
¿Y los cubanos? Entre la espada y la pared
Muchos cubanos en EE.UU., especialmente los que llegaron bajo programas como el I-220A o I-220B, están viviendo un verdadero limbo migratorio. Aunque no tengan delitos, están siendo detenidos igual y enviados al polémico centro Alligator Alcatraz en los Everglades, al oeste de Miami-Dade.
Y eso no es todo. Hay más de 42,000 cubanos considerados “deportables” según el DHS, ya sea por tener récord criminal o simplemente por no haber regularizado su estatus.
¿Y Cuba los acepta? Spoiler: No
El gran problema es que el régimen cubano se niega a recibir a muchos de estos ciudadanos, especialmente si tienen antecedentes o si salieron de Cuba antes de 2017. Entonces, ¿qué hace EE.UU.? Pues los manda a terceros países. Así fue como tres cubanos fueron deportados recientemente a Sudán del Sur y Esuatini, en África. También hay vuelos hacia México.
A pesar de todo, la administración Trump sigue ejecutando deportaciones aéreas directas a la isla. El pasado jueves salió el séptimo vuelo del año hacia Cuba, con 118 personas a bordo. Desde que comenzó el segundo mandato de Trump, ya van más de 580 cubanos deportados por vía aérea, según cifras de CaféFuerte.
