¿A quién le importa que Cuba tenga playas hermosas y hoteles de lujo cuando hay gente viviendo literalmente encima de una fosa desbordada? Así lo denuncia una joven cubana que ha decidido mostrar en TikTok la cara que no sale en los catálogos turísticos ni en los discursos oficiales: la peste, la basura y el abandono que sufren muchísimas zonas rurales de la isla.
La usuaria @yaneisycanta_98 no se anduvo con rodeos: grabó un video en plena calle —una calle de tierra, por cierto— mostrando el desastre con el que convive su comunidad. “Esto que ves aquí no es agua de lluvia… es agua de fosa”, dice mientras enfoca los charcos inmundos que inundan el camino. El video, que se ha hecho viral, muestra también basura acumulada, calles destrozadas y ni un alma del gobierno por ahí resolviendo nada.
Y es que como ella misma lo dice, “Cuba no es un paraíso del todo”. Más allá de Varadero, de los mojitos y de las fotos para Instagram, hay barrios enteros donde la gente se acostumbra al olor a heces fecales. “Así están todas las calles, rotas y destruidas. Y lo más lindo es que nadie hace nada”, se lamenta con un tono entre resignado y furioso.
La publicación ha removido conciencias. “Qué tristeza. Pero es la dura realidad”, escribió un internauta. Otros aseguraron que “ese paraíso dejó de existir hace rato”, mientras algunos incluso compararon la situación con zonas críticas de Venezuela o barrios pobres en Estados Unidos. El punto es que la realidad no se puede esconder más, porque los cubanos ya no tienen miedo de mostrarla.
Y lo que mostró esta joven no es un caso aislado. En Matanzas, los vecinos han denunciado que la basura se está “adueñando de los lugares más lindos”, como la Vía Blanca o parques frente al mar. Ante la falta de recogida, muchos terminan quemando los desechos, una práctica peligrosa que solo evidencia el abandono del Estado.
En Cienfuegos —sí, la que antes se conocía como la ciudad más limpia de Cuba— también la basura está conquistando las calles. Los eventos públicos, como la feria de La Calzada, solo empeoran la situación. Mientras tanto, en el Vedado habanero hay basureros ilegales hasta cerca de hospitales, en plena temporada ciclónica. Un cóctel perfecto para una crisis sanitaria, si es que ya no estamos metidos en una.
El problema es nacional y sistemático. No es solo una calle, ni una provincia. Es todo un país donde las fosas revientan, las calles se hunden y los basureros crecen como hongos, mientras las autoridades miran para otro lado… o se van de viaje a convenciones de medio ambiente.
Y así, gracias a las redes sociales, miles de cubanos dentro y fuera del país están viendo la verdad sin filtro. Porque si el Estado no recoge la basura, por lo menos que no nos impidan hablar de ella.