La noche del miércoles en San Luis, Santiago de Cuba, no fue cualquier noche. Un incendio que parecía controlado terminó reviviéndose de la peor manera: una segunda explosión dejó a un vecino con quemaduras de tercer grado y a un bombero con lesiones leves en las manos, tras intentar apagar el fuego en una vivienda donde había gasolina y carbón encendidos.
Según contó en Facebook Aris Arias Batalla, encargado de Operaciones y Socorro en Santiago de Cuba, el incendio empezó cerca de las 7:49 p.m. y fue inicialmente sofocado por los propios vecinos, héroes anónimos que no dudaron en actuar para evitar lo peor.
Pero el peligro seguía ahí. Cuando los bomberos entraron a la casa, no se percataron de un recipiente con gasolina y un anafre encendido. Esa combinación fue la bomba de tiempo que causó la segunda explosión, reavivando las llamas y causando las heridas.
El vecino afectado sufrió quemaduras graves, mientras que el bombero resultó lesionado por el vapor caliente. Afortunadamente, no hubo más heridos y el fuego fue controlado, aunque dejaron daños en equipos de cocina dentro de la vivienda.
El exjefe de Operaciones y Socorro de la Cruz Roja en Santiago, Rafael Edgardo Gonzáles, aprovechó para agradecer a los vecinos que ayudaron y advertir que intervenir sin los conocimientos adecuados puede ser muy peligroso. También destacó el apoyo de trabajadores del CUPET, que usaron extintores para colaborar en la emergencia.
El incidente ocurrió cerca de las calles Martí y Agramonte, justo al lado de la Plaza Roja, un área conocida en el municipio. Entre los vecinos que ayudaron están Tito, Edi y Julio, quien aún se recupera de las lesiones sufridas en la intervención.
Este incendio no es un caso aislado. En los últimos tiempos, Santiago y otras provincias cubanas han sufrido tragedias relacionadas con incendios, muchas veces agravadas por apagones, baterías dañadas y respuestas lentas de emergencia.
Por ejemplo, en Santiago, un joven murió calcinado intentando salvar a su familia de un incendio provocado por una vela cerca de gasolina. En Camagüey, una explosión causada por baterías de motorinas eléctricas dejó un muerto tras una explosión cuando se restableció la electricidad.
En Guantánamo, otro incendio relacionado con un motor eléctrico fue controlado a tiempo, pero el aparato quedó destruido y se sospecha que la causa fue una batería mal reparada.
Las autoridades no dejan de alertar sobre los peligros de las reparaciones improvisadas y los sistemas eléctricos deteriorados, que pueden prender fuego en cualquier momento.
Y no solo en provincias: en La Habana, un incendio consumió por completo un edificio multifamiliar en Vedado, causando gran alarma aunque sin víctimas fatales.
La conclusión está clara: la crisis eléctrica y las malas condiciones en hogares cubanos aumentan el riesgo de tragedias que podrían evitarse con mayor atención y prevención.