El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos puso en el ojo público a un viejo verdugo del régimen cubano. Este viernes, la agencia difundió imágenes del arresto de Jorge Luis Vega García, exteniente coronel del Ministerio del Interior (MININT) y recordado por muchos como uno de los rostros más siniestros de la represión en la isla.
La captura ocurrió el pasado martes en Florida, y las fotos publicadas en la cuenta oficial de ICE en Tampa muestran el momento exacto en que agentes federales lo interceptan. “En Estados Unidos no hay escondite para quienes intentan huir de su pasado violento”, advirtió la agencia junto a las imágenes, dejando claro que aquí no se tolera a los represores que alguna vez sirvieron a dictaduras.
Vega, de 55 años y conocido entre exprisioneros políticos como “Veguita”, fue señalado por su papel en torturas y abusos durante la Primavera Negra de 2003, cuando el régimen de Fidel Castro encarceló a 75 opositores. Según múltiples testimonios, este exoficial dirigió con mano de hierro los temidos centros penitenciarios de Agüica y Canaleta, en Matanzas, en los años de mayor represión contra los disidentes.
Lo irónico —y que encendió la indignación— es que este hombre entró legalmente a Estados Unidos el 20 de enero de 2024 por el Aeropuerto Internacional de Tampa bajo el programa de Parole Humanitario, una vía creada para dar refugio a personas que huyen de regímenes opresivos… no para que los propios represores se cuelen bajo esa etiqueta.
Su arresto fue el resultado directo de una investigación periodística de Mario J. Pentón, quien recopiló los relatos de víctimas como Benito Ortega Suárez, Pablo Pacheco Ávila, Blas Giraldo Reyes y Fidel Suárez Cruz. Todos coinciden en describir a Vega como un jefe implacable que ordenaba golpizas, torturas psicológicas, confinamientos prolongados y tratos inhumanos.
La confirmación de su identidad no dejó espacio a dudas: documentos firmados por él, tanto en Cuba como ya en suelo estadounidense, y el testimonio de la exoficial Lainersy Ávila Castro, quien además reveló que Vega fue ascendido antes de jubilarse del MININT. Nada de que se “retiró sin manchas”; su historial está marcado por el abuso y la represión.
Para quienes sufrieron bajo su mando, su captura es más que una noticia: es una victoria moral. Víctimas como Fidel Suárez Cruz y Blas Giraldo Reyes han expresado abiertamente su alivio y satisfacción, viéndolo como un pequeño pero significativo paso hacia la justicia. Porque en un mundo donde demasiados criminales de la dictadura cubana siguen viviendo impunes, ver a uno de ellos esposado envía un mensaje claro: tarde o temprano, los verdugos pagan por lo que hicieron.