El viernes en Miami, el cantautor cubano Lenier Mesa volvió a hacer de las suyas, pero esta vez no con un simple disco, sino con algo mucho más personal: su nuevo EP “El Barrio”. Y no es cualquier EP… aquí hablamos de una mezcla explosiva de música y documental que es prácticamente una carta de amor a su tierra natal, Güines, y a toda la cultura cubana. La producción trae cinco temazos y colaboraciones de lujo con Haryson, Wampi, El Chulo, L Kimii y Yordi, todos con historias que, de una forma u otra, nacen y respiran desde la Isla.
La joya de la corona es el documental que abre el EP, también llamado “El Barrio”. Este no es un video más: es un retrato íntimo de la infancia de Lenier, donde aparecen vecinos cantando sus temas y contando anécdotas con ese orgullo de quien vio crecer al chamaco que hoy brilla fuera de Cuba. Y para cerrar con broche de oro, el audiovisual desemboca en la canción principal, un tema que destila poesía y realismo para pintar la vida diaria en la “Perla del Caribe”.
En uno de los momentos más potentes, Lenier suelta versos como:
“Yo vengo de allí de la Perla del Caribe, donde se camina a pie, donde con poco se vive (…) Yo soy de Cuba asere, yo soy cubano”.
Mientras su voz se escucha, el video juega con imágenes de La Habana y Miami, como si ambas ciudades fueran parte de un mismo corazón.
Pero no todo se queda en el tema principal. Las otras cuatro canciones del EP son colaboraciones que mezclan recuerdos, anécdotas y reflexiones sobre lo que significa haber crecido en Cuba. Y antes de que suene cada tema, hay un mensaje claro: unidad entre artistas cubanos. Lenier y sus invitados dejan claro que es momento de dejar los piques y empujar todos juntos la música cubana al escenario mundial.
La presentación oficial en Miami fue otro show aparte. Allí se juntaron figuras como Oniel Bebeshito, Eduardo Antonio, Boncó Quiñongo, Hallel Génesis y El Chulo, en un ambiente que respiraba cubanía, orgullo y celebración por el talento que no se olvida de dónde viene.
Con “El Barrio”, Lenier Mesa no solo lanza música: nos regala un pedazo de su vida. Es su manera de decir que, aunque viva a kilómetros de distancia, su corazón sigue marcando el ritmo con el compás de sus raíces.