En Santiago de Cuba se esfumó otro pedazo de historia. La emblemática escultura del “Hombre de Piedra”, también conocida como “Hombre de Cromañón”, desapareció del Valle de la Prehistoria del Parque Baconao, y con ella se va otro símbolo de lo que fuimos… y de lo que el régimen, con su dejadez, ha dejado que se pierda.
Esta mole de unos 12 metros de altura, levantada por presos en los años 80 y que habría cumplido 45 años en 2025, sucumbió no al tiempo, sino al abandono total. El usuario de Facebook Aris Arias Batalla denunció que, aunque el clima hizo lo suyo, lo que de verdad la destruyó fue la falta absoluta de mantenimiento.
“Su estado constructivo fue empeorando hasta tener una metástasis general”, relató, criticando que las autoridades optaran por destruirla en vez de invertir en su restauración. Según Arias, con un equipo de especialistas y voluntad real, la escultura se pudo salvar. Pero claro, en la Cuba de hoy, preservar el patrimonio no parece estar en la lista de prioridades del gobierno.
El Valle de la Prehistoria, enclavado en la zona de la Gran Piedra y parte de la reserva de la Biosfera Baconao, fue alguna vez un imán para turistas cubanos y extranjeros. Incluso fue declarado Geoparque Nacional en abril de 2024. Pero los títulos y medallas no tapan la realidad: el lugar se cae a pedazos.
En 2023, dicen que llegaron “inversiones” para mejorar la infraestructura, pero ni una mano de pintura tocaron las esculturas. Y ahora, sin el “Hombre de Piedra”, el paisaje queda mutilado, y la memoria de miles de visitantes se queda sin uno de sus íconos más fotografiados.
Arias cerró su mensaje con un irónico “mis condolencias” para quienes conocieron a Cromañón, subrayando el dolor de los santiagueros que ven cómo el Baconao, antes orgullo local, se hunde en la misma miseria que el resto del país.
Y no es un caso aislado. Hace apenas unos días, en la misma ciudad, circularon fotos de una vieja patana —que en otros tiempos fue centro recreativo— hundiéndose lentamente en la bahía, como si el abandono fuera ya parte del paisaje.
En la Cuba de hoy, hasta las piedras lloran… y el régimen ni se inmuta.