Oniel Bebeshito volvió a demostrar que su nombre ya suena fuerte y claro en la música urbana, y lo hizo a lo grande: reventó el Kaseya Center de Miami, un recinto con capacidad para 19 mil personas, en lo que muchos ya describen como un show histórico.
Desde temprano se respiraba el ambiente de fiesta. Las entradas estaban prácticamente agotadas y la ciudad estaba lista para recibir a uno de los artistas cubanos que ha sabido romper fronteras y escapar del asfixiante silencio cultural que impone el régimen en la Isla.
El momento de su entrada dejó a todos con la boca abierta: Bebeshito apareció flotando sobre el público, sostenido por arneses, mientras las luces y la música hacían vibrar el lugar. “Otra meta más cumplida, de Cuba pa’ el mundo, gracias MIAMI”, escribió el cantante en sus redes, acompañado de imágenes del concierto.El público no paró de corear y bailar, confirmando que este no fue un evento cualquiera. En uno de los momentos más emotivos, el artista rindió homenaje a El Taiger, su mentor, proyectando sus palabras en las pantallas gigantes del Kaseya.
Su esposa, Rachel Arderi, llegó al concierto con sus hijos y no dudó en mostrar su orgullo: “Una vez más mi esposo la rompió”. La celebración no quedó ahí: figuras del género como Yomil lo felicitaron públicamente, llamándolo “el number one de Cubita ahora mismo”. Otros, como el influencer Carnota, recordaron cómo el propio Bebeshito les había dicho cuando aún estaba en Cuba que algún día haría el Kaseya… y lo cumplió.
El Kilate, otro de los presentes, resumió el sentir de muchos: “Lo nunca visto, orgullo de Cuba en lo alto”. Y no es para menos: llenar un escenario de esa magnitud en Estados Unidos siendo un artista independiente, libre de ataduras con el aparato cultural del castrismo, es un logro que deja claro que el talento cubano brilla mucho más fuera del control del régimen.
Horas antes del show, ya se sentía la locura: apenas quedaban unas 200 entradas, según Ticketmaster. El propio Bebeshito avivó la expectativa en Instagram con un mensaje corto y directo: “¿Nos vemos en breve o qué?”. Y vaya que se vieron… porque anoche Miami bailó, cantó y celebró junto a un cubano que está escribiendo su historia sin pedirle permiso a nadie.