Lina Luaces responde con todo: “Soy suficiente” y defiende su corona de Miss Universo Cuba

Redacción

Si pensabas que la coronación de Lina Luaces como Miss Universo Cuba 2025 iba a ser un cuento de hadas sin drama, ¡piénsalo otra vez! Porque aunque ella ya tiene la corona, las críticas no tardaron en llegar. ¿La razón? Que no nació en Cuba y que su español no es “perfecto” para algunos. Pero Lina no se quedó callada y decidió responder con un mensaje que ha tocado corazones por todo lado.

Desde el inicio, Lina se mostró agradecida con quien la antecedió, Marianela Ancheta, Miss Universo Cuba 2024. La reconoció por haber llevado la bandera con orgullo y dijo que conoce “el peso del legado que deja atrás”. Así, empezó con humildad, pero también con firmeza, porque sabía que lo que venía iba a ser intenso.

No solo tuvo palabras para Marianela. También agradeció al diseñador venezolano Prince Julio César, creador de la organización que trae de vuelta a Cuba al escenario mundial de la belleza. “Por atreverse a soñar en grande”, dijo Lina, reconociendo que este proyecto es más que una competencia, es una oportunidad para contar la historia cubana como se merece.

Luego se puso personal. Habló de lo que significa para ella llevar esa banda y esa corona, de la gran responsabilidad que siente. Y recordó a su niña interior, esa que por años se sintió invisible y silenciada. “Lo recibo con los brazos abiertos, no solo por mí, sino por cada cubano que alguna vez se sintió así”, dijo con emoción.

Lina dejó claro algo importantísimo: no puede cambiar dónde nació, pero sí lo que hace con su historia. Se siente afortunada por haber crecido con el ejemplo de su familia y ya no tiene vergüenza de sus raíces, al contrario. “Soy la chica más afortunada del mundo”, dijo, derribando prejuicios con su honestidad.

También habló del idioma. Para muchos un problema, para Lina, un puente. “Los idiomas no son barreras, son puentes”, y ella está ahí para unir culturas y generaciones. Defendió con orgullo el acento de quienes crecieron fuera de la Isla y recordó que “seguir adelante a pesar de las burlas” es un acto de poder, no de debilidad.

Reconoció que estas semanas no han sido fáciles y que la libertad que hoy vive es un privilegio que lleva con reverencia. “La lección más grande que he aprendido es que yo soy suficiente, tal y como soy”, sentenció. No está definida por su origen, sino por el camino que quiere recorrer.

Y para cerrar, un mensaje directo y lleno de cariño para Cuba y para quienes creyeron en ella desde el inicio: “Cuba, llevo tu esperanza en mi corazón y te haré sentir orgullosa. Hoy les presento a Lina Luaces, tu pastelito de guayaba”.

Con esas palabras, Lina no solo defendió su corona, sino que dejó claro que va a representar a Cuba con orgullo, identidad y sin dejar que los haters le quiten el brillo.

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