El régimen anda vendiendo la idea de que su nuevo invento en los trenes traerá Internet a bordo y hasta un servicio de entretenimiento local con películas, series, música, libros y periódicos, todo sin necesidad de conexión externa. Lo pintan como si fuera la revolución tecnológica del ferrocarril cubano, pero ya sabemos que en Cuba, entre lo que se promete y lo que se cumple, hay un trecho más largo que la vía de La Habana a Santiago.
Según el anuncio, el proyecto también se conectaría con los televisores de los vagones y un sistema de audio central para “mejorar el entretenimiento” durante el viaje. Y sí, eso puede sonar muy bonito, sobre todo para quienes pasan horas atrapados en un tren que sale más o menos a la hora prevista… pero que nadie sabe cuándo llegará.
En el plan también se incluyen estaciones de carga para celulares y otros dispositivos, junto a un sistema de comunicación interna por VoIP para que la tripulación se coordine mejor. Sobre el papel, suena moderno; en la práctica, habrá que ver si funciona más allá de la presentación para la prensa.
Claro que no dijeron cuándo estará listo todo esto. En la misma nota reconocieron que el proyecto tiene “desafíos técnicos y económicos”, lo que en lenguaje oficial quiere decir: “no hay dinero y no sabemos para cuándo”. La propia empresa Rutas Nacionales se adelantó a explicar que importar los equipos certificados para trenes cuesta un ojo de la cara y que hay que cumplir con normas internacionales de resistencia, compatibilidad electromagnética y seguridad contra incendios. Y como era de esperar, el problema del billete es la piedra más grande en el camino, sobre todo porque gran parte de esta tecnología viene de Europa.
El 7 de agosto hicieron las primeras pruebas en un tren nacional, revisando la potencia de la señal, el ancho de banda y la cobertura dentro de los vagones. Por ahora, todo es provisional y solo buscan medir parámetros técnicos antes de amarrar un modelo de negocio, donde ETECSA sería el proveedor, Solintel pondría la infraestructura y Ferrocarriles de Cuba sería el cliente final.