En el mundo de las redes sociales, donde cada publicación puede ser una bomba mediática, Amanda Sanz acaba de soltar la suya. La creadora de contenido compartió una foto con su novio, el músico conocido como Celle, y no solo fue una imagen bonita… fue una declaración de felicidad.
En la instantánea, Amanda y Celle aparecen sonriendo de oreja a oreja, con esa complicidad que no se puede fingir. La química es evidente y, como era de esperar, sus seguidores no tardaron en reaccionar.
Los comentarios llegaron en cascada: halagos, bendiciones y, por supuesto, alguna que otra indirecta bien afilada hacia el pasado de Amanda, especialmente hacia su ex, el influencer Ultrack, y su actual pareja, Claudia Artiles.
“De verdad, la felicidad donde primero se nota es en la cara”, le comentó una fan. Otra añadió: “¡Qué bella se ve Amanda! Hay luz en sus ojos… cuánto me alegro de este cambio tan positivo”.
Pero las flores no solo fueron para ella. Muchos destacaron que Celle está a la altura: “Qué bella pareja. Un hombre a tu altura y elegancia. Felicidades, muy merecido”, escribió una seguidora. Otros fueron más directos al notar la transformación de Amanda: “Nada que ver con antes”; “Me encanta, unos pierden el tiempo llamando la atención, otros son felices y punto”; “Increíble cómo has cambiado para bien”.
La lluvia de mensajes amorosos siguió. Algunos eran casi poemas: “Bellísima pareja, tu brillo es único, nunca más dejes que te lo apaguen”; “Dios bendiga su amor”; “Este cambio es para mejor y no me refiero solo a él, sino a lo bien que luces. Se nota la felicidad en tu rostro”. Y, como si fuera un brindis virtual, otra persona soltó: “Nos diste clase, elegancia y belleza… este es tu nivel”.
Y aunque Amanda siempre ha sabido manejar la atención mediática, esta vez se ha notado un toque diferente. A diferencia de su ex, que vive su relación en un plano más público y hasta polémico, ella ha mantenido este romance con Celle más reservado. Sin tantas cámaras, sin tantos titulares, pero con algo que parece pesar más: paz y plenitud.
Al final, el mensaje que queda es claro: cerrar ciclos puede ser la mejor inversión en uno mismo. Y si encima te encuentras con alguien que te suma y no te resta, pues mejor todavía. Amanda lo está viviendo y sus seguidores no solo lo ven… lo celebran.