En Cuba, la salud pública siempre fue presentada como “la joya de la corona”, pero la realidad que viven muchos pacientes está a años luz de esa propaganda. Y para prueba, el video que la cubana Gthaly subió a TikTok, mostrando el hospital de Guantánamo donde lleva ingresado su abuelo… y que ha dejado a todos con la boca abierta, pero de horror, no de admiración.
En sus propias palabras, la joven describe lo que vio como “pena, asco y vergüenza”. Y no exagera. En las imágenes que compartió, se ven paredes despintadas y llenas de humedad, suciedad acumulada, mobiliario viejo y roto… y eso que estamos hablando de un hospital. Como si fuera poco, la comida que les sirven a los pacientes es tan mala que, según Gthaly, “da asco”. Su indignación es total: “Es doloroso ver la situación en la que se encuentra Cuba hoy en día”.
La publicación encendió las redes. Entre los comentarios, hubo quienes recordaron el eslogan oficial de que Cuba es “potencia médica mundial”, pero con un tono cargado de sarcasmo. Otros defendieron a los médicos, aclarando que la culpa no es de ellos, sino de la gestión del gobierno. Pero también hubo quien señaló que de poco sirve la calidad del personal si no hay los medios mínimos para atender a un enfermo.
Este caso no es aislado. Guantánamo ha sido escenario de varias denuncias recientes sobre el deterioro de sus centros de salud. En mayo, por ejemplo, una avería dejó sin ascensores al Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto durante más de dos semanas. Imagina el calvario: pacientes, comida y equipos subiendo y bajando por las escaleras, y luego restricción total por falta de piezas para repararlos.
La crisis se repite en otros lugares. En enero, familiares denunciaron la falta de equipos y el maltrato a pacientes en el Hospital Psiquiátrico “Luis Ramírez López”, donde incluso el aparato para terapias electroconvulsivas llevaba meses roto. En julio de 2024, se viralizó la foto de la comida que le dieron a un niño en el hospital pediátrico de Guantánamo: arroz blanco, chícharos y cinco pedacitos de plátano hervido… y ni hablar de los baños, que estaban en pésimo estado.
El propio ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, tuvo que admitir en julio de 2025 que solo tienen disponible el 30% del cuadro básico de medicamentos. Y no solo en Guantánamo: en Manzanillo, pacientes de hemodiálisis se quedan sin tratamiento por falta de bicarbonato de sodio; en Santiago de Cuba, colapsaron las plantas eléctricas de hospitales, poniendo en riesgo medicamentos y cuidados intensivos; y en Holguín, el Hospital Provincial Lenin está plagado de chinches y con baños fuera de servicio.
El video de Gthaly es solo una ventana a una crisis mucho más grande: la del sistema hospitalario cubano, que pasó de ser orgullo nacional a convertirse en una pesadilla para pacientes y familiares. Y aunque las imágenes duelen, quizás sea necesario que más personas las vean… para que el mundo entienda lo que realmente está pasando.