La influencer cubana Flor de Cuba volvió a encender las redes este miércoles al soltar que el comunicador Alexander Otaola anda, según ella, buscando cómo “escaparse” de la demanda por difamación que le tiene montada en Estados Unidos.
Flor contó que el pasado 3 de julio, Otaola pidió al juez que desestimara el caso antes de que llegue a juicio. Y no se mordió la lengua: “Cuando alguien hace eso es porque no tiene ni pruebas, ni evidencias, ni manera de defenderse”, dijo con toda la intención.
La creadora insiste en que las acusaciones lanzadas por Otaola fueron inventadas de principio a fin y que ahora él solo busca evadir la justicia. “Este hombre no tiene una sola de las pruebas que gritó tener en mi contra. Todo lo que dijo fue mentira. Es un mentiroso, un psicópata”, soltó, sin rebajar el tono.
En su demanda, Flor recuerda que fue acusada de ser “sexoservidora de la familia Castro”, de trabajar como espía del régimen cubano, de estar metida en redes de tráfico humano y drogas, e incluso de tener un hijo con Sandro Castro, nieto de Fidel, solo porque aparecían juntos en una foto tomada en un bar.
La influencer asegura que estas difamaciones le han pasado una factura pesada. Dice que tuvo que cerrar su academia en Cuba después de que Otaola la acusara de prostituir modelos allí, y que ha sufrido boicots, rechazo público y hasta amenazas de muerte. “No es fácil que te pongan una diana en la espalda por un chisme”, comenta.
La próxima jugada será en septiembre, en una audiencia virtual donde el juez decidirá si el caso sigue o si le da la razón a Otaola para cerrarlo. Pero Flor, sin titubear, remató: “El que dice tener la verdad de todo el mundo… está huyendo”.