Este jueves, el Malecón habanero se convirtió en escenario de un espectáculo poco común: una manada de delfines apareció de pronto, robándose todas las miradas y dejando boquiabiertos a quienes intentaban sobrevivir al calor y a la rutina sofocante de la capital.
El momento fue grabado por un usuario de Facebook identificado como Primera Mano y compartido en el grupo “Fotos de La Habana”. En cuestión de minutos, los videos se regaron como pólvora en redes, mostrando —aunque a lo lejos— el elegante vaivén de los cetáceos en el mar.
“Manada de delfines vistos hoy 14 de agosto en el Malecón de La Habana. Sin duda, una maravilla”, escribió el internauta, acompañando la publicación con dos videos que rápidamente se llenaron de comentarios.
Entre los mensajes, una habanera lo describió como “un bello espectáculo y una gran bendición”, mientras otra confesaba: “Me hubiera encantado estar ahí para verlos”. Incluso hubo quien recordó viejas apariciones, como la de un manatí, y quien interpretó la visita como un buen augurio para una Cuba que tanto lo necesita.
Este tipo de encuentros no es tan raro como parece. En enero, un grupo de delfines fue captado nadando junto a un bote en la bahía de Matanzas, saltando y siguiendo la embarcación como si se tratara de un show privado. Los expertos aseguran que su presencia indica aguas limpias y con abundante alimento, algo que contrasta con la realidad de muchas zonas costeras cubanas, cada vez más contaminadas por la desidia estatal.
La bahía matancera también ha sido escenario de momentos extraordinarios, como el avistamiento de un cachalote en diciembre de 2024, un hecho casi impensable para la zona. Y en agosto de 2023, un cubano que paseaba por allí se topó con dos delfines nadando tranquilamente, ajenos al caos en tierra firme.
Claro, no todas las historias son así de idílicas. En agosto de 2022, varios delfines lograron escapar de un acuario cubano, obligando a las autoridades a montar un operativo marítimo para “recapturarlos”. En redes, el episodio fue motivo de chistes: “Ni los delfines soportan esto”, escribió un usuario, mientras otros celebraban la fuga como un acto de pura rebeldía.
En medio de tantas noticias sobre apagones, hambre y éxodo masivo, ver a una manada de delfines libres frente al Malecón es casi un respiro. Un recordatorio de que, a pesar del abandono y el desastre que provoca el régimen, la naturaleza todavía encuentra la manera de regalarnos un poco de esperanza.
Como dijo una joven en los comentarios: “¡Qué bello! A ver si nos traen algo de suerte… porque aquí, falta nos hace”.