El salsero cubano Willy Chirino volvió a dejar claro en una entrevista con Enrique Santos que, pese a las distancias musicales y generacionales, hay artistas que sí entienden de verdad lo que significa luchar por una Cuba libre. Y entre ellos, destacó al fallecido reguetonero El Taiger, a quien reconoció como uno de los pocos que captó su manera de pensar y actuar.
Durante la conversación, Santos rescató unas declaraciones antiguas de El Taiger que mostraban el enorme respeto que sentía por Chirino. El reguetonero lo calificó como “un guajiro de pinga” y una de las bendiciones que tiene Cuba, asegurando que el salsero representa un “ashé” para el país. En sus palabras, El Taiger resaltó que, aunque algunos artistas puedan equivocarse, están “en el lugar correcto para hacer lo correcto” y que Chirino, con su ejemplo, les estaba pasando el relevo para continuar su obra más allá de las canciones.
El propio Taiger recordó que, en aquel intercambio, se despidieron con un “¡Viva Cuba libre!” y un “¡Que Dios bendiga a América!”, reconociendo que vivir en un país democrático les había enseñado el verdadero valor de la libertad, algo que el régimen cubano siempre les negó.
Al escuchar nuevamente esas palabras, Chirino confesó que quizá El Taiger fue el único que logró captar con exactitud su postura hacia los artistas cubanos. Recordó que desde el primer momento abrió su casa a todos, sin importar la ideología que trajeran desde la isla, porque su objetivo era dialogar, conocer sus motivaciones y derribar la falsa imagen que la dictadura les ha vendido sobre el exilio.
“Tal vez sea el único que ha absorbido exactamente mi manera de pensar y mi manera de actuar ante los artistas cubanos. Desde el primer momento mi casa la abrí para todos esos artistas, todos, a mí no me importaba su mentalidad política, yo los recibí en mi casa, yo quería hablar con ellos, que ellos supieran de mí y yo saber de ellos, qué los motivaba, que supieran que nosotros, estoy hablando del exilio en general, no somos esa imagen que le han vendido a ellos de nosotros”, comentó Chirino.
Para Chirino, esas palabras son más que un halago: son la prueba de que el mensaje de libertad sigue calando en las nuevas generaciones, incluso en un mundo artístico que el castrismo ha intentado controlar. Porque al final, la música puede cruzar fronteras, pero el amor por una Cuba sin dictadura une mucho más que cualquier género.
