La tiktoker cubana Nelita Tiki (@nelita.tiki) volvió a Cuba después de un tiempo sin visitar la isla, y lo que encontró la dejó con el corazón en pedazos. Lo que debía ser un viaje de alegría familiar se convirtió en una experiencia cargada de tristeza, apagones y escasez, que ella misma definió como “deprimente”.
Nelita viajó acompañada de su pareja y sus dos hijas pequeñas con la ilusión de reencontrarse con sus seres queridos, especialmente con su abuela, que siempre ha sido un pilar en su vida. Pero apenas puso un pie en su casa familiar, la dura realidad la golpeó: largos apagones, cortes de agua y un ambiente sin ánimo que reflejaba el desgaste de la gente en Cuba.
En un video publicado en TikTok, donde acumula miles de seguidores, confesó: “No es lo mismo que te digan que Cuba lleva 38 horas sin corriente a tú vivirlo allí adentro. Aquello está deprimente. La gente no tiene ánimo”. Una frase que refleja, en pocas palabras, la desesperanza que se respira en cada rincón del país.
La creadora de contenido no pudo evitar quebrarse al contar que lo único que le dio un poco de alivio fue el cariño de su familia, y en especial de su abuela, a quien fue a visitar. Pero incluso ese amor no alcanzó para borrar la tristeza que le dejó el viaje. Tanto así, que aseguró que no piensa volver a Cuba “en mucho tiempo”.
“La corriente la ponen dos horas, cuatro horas. No hay humanidad, no hay respeto. No puedo explicar la tristeza con la que he vuelto porque desgraciadamente no puedo hacer nada”, dijo visiblemente afectada. Palabras que resonaron con miles de cubanos dentro y fuera de la isla, que viven o han vivido de cerca la misma impotencia.
Durante su estancia, Nelita también visitó Varadero por primera vez, con la idea de compartir un momento diferente y alegre con sus seres queridos. Sin embargo, lo primero que quiso mostrar en sus redes no fue la belleza de la playa, sino la realidad cruda que enfrenta la mayoría de los cubanos, marcada por la crisis, la falta de recursos básicos y un sistema que reprime cualquier intento de denuncia o protesta.
El testimonio de Nelita se viralizó rápidamente, generando una ola de reacciones en redes sociales. Muchos seguidores agradecieron que se atreviera a contar lo que vivió y visibilizar lo que miles sufren en silencio. Otros compartieron que se sintieron identificados con su dolor, recordando experiencias similares al regresar a la isla.
Más allá de la nostalgia y el amor familiar, el mensaje de Nelita fue claro: Cuba duele, y aunque los cubanos de afuera carguen con la ilusión del regreso, la realidad suele ser mucho más dura de lo que imaginan.