La barriada de Altamira, en Santiago de Cuba, amaneció con el corazón apretado tras la muerte de “Mundito”, un vecino muy querido del Callejón Moreno, en el reparto Luis Dagness. El hombre falleció alrededor de las dos de la madrugada en el Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, después de varios días debatiéndose entre la vida y la muerte.
El drama comenzó cuando Mundito fue brutalmente atacado dentro de su propia casa. El agresor lo apuñaló en la garganta, perforándole una arteria. Según médicos, el vecino logró llegar vivo al hospital solo porque aún tenía el cuchillo clavado, lo que retrasó la hemorragia. Fue una vecina quien lo encontró agonizando y dio la voz de alarma para que lo trasladaran de urgencia.
Vecinos comentan que Mundito estaba atravesando una fuerte depresión desde que perdió a su madre y que, en los últimos años, había caído en la bebida. Aun así, lo recuerdan como un hombre noble, alegre y querido por todos. A pesar del esfuerzo de los doctores, su estado fue empeorando hasta que finalmente la vida se le apagó.
La noticia de su muerte corrió como pólvora en redes sociales, donde amigos y vecinos compartieron dolor y rabia. Una vecina escribió con el alma rota: “Mundele, pedí de rodillas que Dios te salvara, pero si esa fue su voluntad, que te reciba y te perdone. Te voy a extrañar siempre”.
Otros lo recordaron por su carácter jovial. “Pobre Mundito, no se merecía esto. Sí, le gustaba tomarse su ron, pero nunca fue un hombre irrespetuoso. Era alegre, divertido. Espero que al culpable le caiga todo el peso de la ley”, expresó otra santiaguera indignada.
Pero también hubo voces que señalaron la raíz del problema: la impunidad y la falta de justicia real en el país. “Hasta cuándo tanta violencia. Aquí matan hoy y en tres años ya están en la calle. Asaltan, violan, arrebatan y no pasa nada. Se vive con miedo, con terror”, denunció Eugenia del Toro, reflejando un sentir colectivo.