En Cuba, cuando miras al cielo siempre puedes encontrarte con un espectáculo inesperado, y esta vez los protagonistas fueron dos trombas que sorprendieron a los vecinos de Mantua, en Pinar del Río. Lo curioso no fue solo ver una, sino dos al mismo tiempo: una se extendía verticalmente desde las nubes y la otra cruzaba en diagonal, como si el cielo estuviera dibujando una enorme “X”.
El fenómeno ocurrió este sábado, en medio de un día marcado por condiciones atmosféricas bastante inestables. Las imágenes fueron compartidas en redes sociales por Irenaldo Caro Muñoz y luego amplificadas por la página especializada Meteorología_Cuba, donde enseguida desataron comentarios y asombro. No es para menos: no todos los días el cielo regala un espectáculo tan impresionante.
El meteorólogo Álvaro Pérez Senra explicó que este tipo de embudos de aire se forman cuando coinciden factores muy específicos: humedad elevada, temperaturas adecuadas y vientos con la fuerza justa para moldear estas columnas giratorias. Dicho de otra forma, la naturaleza se puso creativa y decidió sorprender a los pinareños con un show atmosférico poco común.
Y lo más interesante es que este evento no ocurrió en solitario. Apenas días antes, una tromba marina había hecho su aparición en la playa Bibijagua, en la Isla de la Juventud, dejando con la boca abierta a bañistas y vecinos. La fotógrafa Dianys Vélez logró captar el momento en que una columna de aire descendía desde una nube de tormenta hasta besar la superficie del mar. El video se volvió viral, y aunque la escena parecía sacada de una película de desastres naturales, por suerte no hubo daños ni heridos.
Para quienes no lo saben, una tromba marina —también llamada manga de agua— es básicamente un embudo de aire giratorio que conecta las nubes con el mar. Aunque suelen ser menos potentes que un tornado, representan un riesgo serio para pescadores, embarcaciones y hasta para comunidades costeras si llegan a tocar tierra. Es decir, se ven espectaculares… pero conviene mantenerles respeto.
Lo cierto es que en las últimas semanas Cuba ha estado en racha. Entre lo ocurrido en el Malecón habanero, lo de la Isla de la Juventud y ahora lo de Mantua, pareciera que la atmósfera anda inquieta y nos regala estos fenómenos con más frecuencia de la habitual. No hay duda: cada vez que una tromba aparece, el cielo cubano se convierte en escenario de un espectáculo natural que asusta y maravilla a partes iguales.