Un nuevo accidente sacudió las calles de La Habana este fin de semana, cuando un triciclo se volcó en plena Vía Blanca, justo en la zona del puente de los Elevados. El vehículo perdió el control y terminó atravesado en medio de la vía, causando gran preocupación entre los conductores que pasaban por el lugar.
Según denunció en Facebook el usuario Antonio Hernández, miembro del grupo “ACCIDENTES BUSES & CAMIONES por más experiencia y menos víctimas!”, los triciclos circulan con demasiada frecuencia “a lo loco”, sin respetar las normas de tránsito. Y no le falta razón: cada día se multiplican los incidentes en las avenidas más transitadas de la capital, donde la falta de control de las autoridades y la irresponsabilidad de muchos choferes convierten las calles en una ruleta rusa.
Aunque en este caso no se reportaron fallecidos, el hecho vuelve a encender las alarmas sobre la falta de seguridad vial en Cuba. En una ciudad donde la precariedad del transporte empuja a muchos a moverse en triciclos, la improvisación y la ausencia de supervisión estatal solo aumentan el riesgo de tragedias.
Pero este no fue el único siniestro del fin de semana. En el entronque de Fontanar, también en La Habana, un motorista sufrió un accidente brutal que lo dejó sin un pie. El hombre fue embestido por un vehículo, al parecer manejado por un botero, y las imágenes que circularon en redes mostraron la gravedad de la escena. Otro cubano más víctima de la negligencia y del descontrol que reinan en las calles.
Estos casos se suman a los ocurridos en semanas anteriores, como el choque en la intersección de Paseo y Calzada, en pleno Vedado, donde una camioneta impactó contra una moto y dejó al conductor con lesiones en la cabeza. Cada accidente es una muestra más de cómo el régimen ha abandonado su deber de garantizar infraestructura, orden y seguridad en la vía pública.
En lugar de soluciones, lo único que crece en Cuba es el caos. La Habana se ha convertido en una selva de asfalto, donde sobrevivir al tráfico parece depender más de la suerte que de la responsabilidad de las autoridades.