El pleito público entre Alexander Otaola y la influencer Flor de Cuba volvió a estallar este fin de semana con una nueva tanda de declaraciones en redes sociales. Lo que comenzó como un cruce de acusaciones se ha convertido en una batalla abierta donde sobran los dardos personales y las promesas de verse cara a cara en los tribunales.
En su respuesta a las críticas lanzadas por Flor, Otaola negó rotundamente estar intentando esquivar la demanda por difamación que enfrenta en Estados Unidos. “Yo no me escondo de nada. Soy figura pública, empresario exitoso y aquí estoy. Nos veremos en el juzgado y te daré tu minuto de fama”, soltó con ironía.
El presentador también acusó a la creadora de contenidos de usar testimonios “sin peso” para desacreditarlo, mencionando el caso de una exmodelo de la academia de Flor en Cuba, actualmente marcada por problemas de adicción.
Flor no se quedó callada. “Te burlas de una madre en plena lucha contra la droga, la llamas ‘crackera’, como si no existieran cientos de mujeres en Cuba pasando por lo mismo con sus hijos. Eso no se hace”, reprochó indignada.
Pero la cosa no paró ahí. Flor de Cuba decidió apretar más y metió a terceros en la discusión. “Tienes amistades como La Diosa, que según tú misma gente le facilita drogas a artistas, y eso no lo denuncias. Entonces, ¿con qué moral vienes a atacarme?”, lanzó sin filtros.
Acusaciones cruzadas y viejas heridas
Otaola, lejos de bajar el tono, sacó a relucir lo que, según él, son pruebas comprometedoras contra Flor, incluyendo fotos y videos que mostrarían una “amistad especial” con Sandro Castro, nieto de Fidel.
La influencer respondió con fuerza: “Él no eligió nacer en esa familia. Eso no me convierte en aliada del régimen, como quieres hacer ver. Eso es solo tu opinión, no una prueba de nada”.
Flor insistió en que el comunicador ha intentado dañar su imagen pública con insultos y burlas, usando incluso su historia personal como arma. Reconoció haber atravesado un pasado marcado por las adicciones, pero lo convirtió en ejemplo: “No me avergüenzo. Salí adelante, me rehabilité y hoy soy prueba de superación”, aseguró.
La pelea que también se juega en tribunales
Más allá de los dimes y diretes en redes, la realidad es que este choque se libra también en los juzgados de Miami. Flor de Cuba mantiene una demanda contra Otaola por difamación, y la próxima audiencia será en septiembre. Allí se definirá si el caso sigue adelante o si se acepta la moción de Otaola para desestimarlo.
Al cerrar su mensaje, Flor dejó claro que ya no piensa callar: “Durante años alimenté tus mentiras guardando silencio. Eso se acabó. Hoy tengo la madurez, la salud mental y la inteligencia para desenmascarar lo que hay detrás de tu personaje”, sentenció.
El enfrentamiento entre Otaola y Flor de Cuba no solo es un espectáculo mediático: también expone la crudeza con la que se mueven las figuras públicas cubanas en el exilio, donde la política, las acusaciones y los tribunales se entremezclan en un show que cada vez sube más de tono.
