Si pensabas que pedir algo en Amazon desde Cuba era misión imposible, prepárate porque este chisme digital te va a sorprender. La tiktoker cubana @enifita, que ya tiene fama por compartir su día a día como madre y emprendedora en La Habana, acaba de revelar cómo logra recibir paquetes comprados en la famosa plataforma de compras online… ¡directo en la puerta de su casa en Cuba! Y no, no se trata de magia, sino de un sistema de agencias intermediarias que trabajan desde Estados Unidos.
En un video que ya está dando de qué hablar, Enifita contó la historia detrás del regalo perfecto para su hijo:
“Vi este camión en Amazon y me enamoré. A mi niño le encantan los carros y camiones, así que no lo dudé. Lo pedí con mi agencia de confianza y en menos de cinco días lo tenía aquí en Cuba”, dijo mientras mostraba parte de su rutina diaria. Lo más tierno: su pequeño estaba disfrutando de la siesta mientras el juguete ya esperaba para darle una sorpresa.
Claro, el video desató la pregunta del millón entre sus seguidores: ¿cómo es posible comprar en Amazon viviendo en Cuba? Ella no dudó en responder, dejando claro que no es tan directo como entrar a la app y pagar, pero sí totalmente posible con ayuda de terceros:
“Desde Cuba no se puede comprar en Amazon directamente, pero hay agencias que se encargan. Tú les dices lo que quieres, ellos lo compran en EE.UU. y te lo traen hasta la puerta de tu casa. Cobran un porciento por el servicio, pero la verdad es que es una tremenda alternativa”.
Lo interesante es que este clip no es algo aislado, sino parte de los vlogs que suele subir @enifita. En ellos muestra desde labores de la casa y crianza hasta tips de emprendimiento y compras. Esta vez, además, enseñó cómo aprovechó el pedido para premiar a su hijo por terminar el curso escolar con buenas notas. Y el detalle extra: también incluyó un set de bloques magnéticos para entretenerlo en un próximo viaje familiar a Villa Clara.
No es la primera vez que Enifita causa debate. Hace poco, otro de sus videos se volvió viral porque mostraba su hogar en La Habana, respondiendo a quienes aseguraban que no vivía en Cuba. Ella, sin rodeos, aclaró: “Mi casa no es nada comparada con las que hay aquí en Cuba”. También recalcó que su estilo de vida no se debe a remesas, sino a su propio trabajo: “En los tiempos que corren, la familia que vive fuera cada día ayuda menos”.
Como era de esperar, las opiniones se dividieron. Algunos seguidores aplaudieron su esfuerzo y destacaron el ambiente acogedor de su casa, mientras que otros dudaron de que esa realidad fuera alcanzable sin apoyo del extranjero. Pero Enifita fue clara: con disciplina y mentalidad emprendedora, incluso dentro de la isla, se pueden lograr comodidades que muchos creen imposibles.