Una abuela cubana de 83 años se convirtió en símbolo de fuerza y coraje al lograr reencontrarse con su familia en Uruguay, tras una travesía que parece sacada de una película. La anciana partió de Cuba buscando una vida más digna y la posibilidad de pasar sus últimos años rodeada de sus seres queridos, pero para lograrlo tuvo que enfrentar un recorrido largo y agotador.
El viaje comenzó en Guyana, aprovechando que no se requiere visa para entrar a ese país. Desde allí, la mujer atravesó carreteras y fronteras sudamericanas hasta llegar a Montevideo, donde sus familiares la esperaban con ansias. Todo quedó registrado en un emotivo video que su nieta, Sayuri Arango, compartió en TikTok, desatando cientos de mensajes de apoyo y admiración.
“Mi viejita es una guerrera. Con 83 años hizo una travesía durísima, pero gracias a Dios tuvo fuerzas para llegar y ahora podemos tener una vida digna”, expresó la joven, visiblemente conmovida, mientras agradecía al país suramericano por recibirlas con los brazos abiertos.
La historia ha conmovido a la comunidad migrante porque revela la desesperación extrema que se vive en Cuba. No es la primera vez que personas de la tercera edad se ven obligadas a arriesgar su salud y su vida en estas peligrosas rutas, que en ocasiones incluyen selvas inhóspitas, carreteras interminables y falta de atención médica adecuada.
Más allá de la emoción del reencuentro, la travesía de esta abuela es un recordatorio del costo humano que deja la crisis cubana, marcada por escasez de alimentos, falta de medicinas y un sistema que empuja a sus ciudadanos a huir, incluso cuando sus fuerzas físicas parecen no dar para tanto.
“Qué sacrificio tan grande… Por fin podrá vivir sus últimos años en libertad”, comentó un internauta, resumiendo el sentimiento de muchos que ven en esta historia una mezcla de dolor, esperanza y, sobre todo, un grito contra la realidad que expulsa a miles de cubanos de su tierra cada año.