En Cuba, los accidentes de tránsito ya forman parte del día a día, pero hay historias que, aunque parecen sacadas de una película, terminan con un final menos trágico de lo que uno imagina. Eso fue lo que pasó en San Cristóbal, Artemisa, cuando un tren chocó contra un auto de turismo y, de puro milagro, los ocupantes solo sufrieron heridas leves.
El hecho ocurrió este lunes y enseguida se regó como pólvora en redes sociales. El grupo de Facebook “Accidentes Buses & Camiones, por más experiencia y menos víctimas” fue uno de los primeros en reportarlo, con imágenes y comentarios que mostraban la magnitud del impacto. La noticia, como era de esperar, no tardó en generar debate entre los internautas.
Según lo que compartieron varios testigos, el auto invadió la línea férrea en un cruce sin detenerse, justo en el momento en que pasaba el tren. El choque fue inevitable. Por suerte, y contra todo pronóstico, no hubo que lamentar víctimas mortales ni heridos de gravedad. Una verdadera rareza en un país donde, tristemente, los accidentes de tránsito suelen dejar saldos mucho peores.
Los vecinos de la zona no tardaron en dar su opinión. Algunos apuntaron directamente a la imprudencia del chofer del auto. “Hay que ser muy irresponsable, y en pleno día, para cometer tanto disparate”, comentó un internauta. Otros, en cambio, señalaron que la raíz del problema está en la falta de seguridad vial en los cruces ferroviarios de Cuba, donde muchas veces las señales brillan por su ausencia.
Y es que este tipo de accidentes no son aislados. Cada cierto tiempo aparecen reportes de choques entre autos, camiones o incluso personas con los trenes. La mayoría de las veces la causa es la misma: imprudencia combinada con falta de señalización y de mantenimiento en la infraestructura. Un cóctel peligroso que pone en riesgo la vida de cientos de cubanos cada año.
Lo ocurrido en Artemisa debe servir como alerta, tanto para los conductores como para las autoridades. Un cruce ferroviario no es un simple paso más en la carretera: es un punto de riesgo donde la vida puede cambiar en cuestión de segundos. Señales claras, barreras físicas y educación vial son medidas urgentes que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Esta vez, el destino fue benévolo. Los ocupantes del auto de turismo podrán contar la historia y aprender la lección. Pero mientras no se atiendan de verdad las deficiencias en seguridad vial, seguiremos leyendo titulares de accidentes que pudieron evitarse. Y puede que la próxima vez la suerte no esté del lado de las víctimas.