Cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, aparece un caso que parece sacado de una serie policial. Un cubano, con más de 20 condenas a cuestas en cuatro estados de EE.UU., acaba de ser detenido en Texas por el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). Y no hablamos de simples multas, sino de un historial que asusta.
Se trata de Roslandy García Cruz, un hombre de 41 años que el propio Departamento de Seguridad Nacional (DHS) catalogó como “delincuente serial”. Su prontuario incluye 23 condenas por delitos como posesión de dispositivos de acceso falsificados, uso de herramientas delictivas, falsificación de documentos e incluso violaciones de su libertad condicional. En otras palabras: un estafador de los grandes.
La detención se realizó en San Antonio, Texas, como parte de un operativo de ICE que puso en la mira a lo que llaman “los peores de los peores” entre inmigrantes indocumentados. Según explicó la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, el objetivo es claro: sacar de las calles a criminales reincidentes que se aprovechan de vacíos legales para seguir delinquiendo.
Pero este no es el primer encontronazo de Roslandy con la justicia. En abril de 2023 ya había sido arrestado en la misma ciudad de San Antonio tras intentar comprar un vehículo recreativo valorado en más de 58 mil dólares con una licencia de conducir robada. Y para colmo, en ese momento estaba bajo libertad condicional federal por falsificación.
La cosa no paró ahí. En noviembre de 2024 volvió a caer, esta vez en Florida, cuando la policía lo sorprendió junto a otro hombre con tarjetas de crédito clonadas y dispositivos para robar datos bancarios de instituciones como Chase, Capital One y Navy Federal Credit Union. El comunicado oficial reveló que, además, tenía una orden de extradición pendiente desde Texas por violar su libertad condicional.
El caso de este cubano se suma a la lista de detenciones masivas que ICE ha venido ejecutando en los últimos meses bajo la administración de Donald Trump. Y los números impresionan: más de 149 mil migrantes indocumentados arrestados en apenas siete meses, con un promedio de 1,435 deportaciones diarias, un récord histórico.
Eso sí, no todos los cubanos detenidos tienen un historial criminal tan largo como el de Roslandy. Muchos han sido arrestados pese a no tener antecedentes ni órdenes finales de deportación, quedando atrapados en centros de detención a la espera de una decisión. El gran problema es que el régimen cubano no siempre acepta recibir de vuelta a estas personas, sobre todo si tienen antecedentes penales o llegaron antes de 2017.
Por eso, en varios casos, Washington ha optado por deportarlos a terceros países. Ya hemos visto a cubanos enviados a Sudán del Sur, a Esuatini e incluso a México. Una medida que muestra hasta dónde llega la compleja batalla migratoria y judicial en Estados Unidos.
En resumen, la historia de Roslandy García Cruz es el ejemplo perfecto de cómo las segundas oportunidades, cuando caen en manos equivocadas, pueden convertirse en un riesgo para todos.
