En La Habana siempre pasa algo que sorprende, pero lo de este martes fue de otro nivel: los habaneros levantaron la vista al cielo y vieron lo que parecía una lluvia que nunca llegaba al suelo. Sí, como lo lees: gotas que caían… pero que se desvanecían en el aire.
Este espectáculo atmosférico tiene nombre propio: la virga, también llamada “lluvia fantasma”. Es uno de esos fenómenos raros que parecen sacados de una película, pero que tienen explicación científica.
El especialista cubano Henry Delgado Manzor lo aclaró en su página de Facebook: la virga ocurre cuando la lluvia nace en la base de una nube, pero al atravesar una capa de aire muy seco, las gotas se evaporan antes de tocar el piso. Es decir, llueve, pero nadie se moja.
Según el experto, estas “lluvias invisibles” se pueden ver en verano, cuando el aire cercano al suelo está muy seco, pero más arriba hay suficiente humedad como para que se formen nubes cargadas de agua.
Las virgas pueden tener forma vertical o incluso en diagonal, y aparecen en distintos tipos de nubes: desde Cirrocumulus y Altocumulus, hasta los gigantescos Cumulonimbus o Nimboestratus. Todo un catálogo de formas en el cielo que, además de ser bellas, cuentan una historia sobre cómo se comporta el clima en la isla.
El fotógrafo Enrique González Santaballa fue uno de los que captó la postal en La Habana. Su imagen se hizo viral y generó un montón de comentarios de curiosidad y asombro en redes sociales. Y no es para menos, porque ver llover sin que el agua toque el suelo es algo que desconcierta a cualquiera.
Pero esta no es la primera vez que fenómenos extraños sorprenden a los cubanos. Hace poco, en Matanzas, se vio un cielo teñido con destellos multicolores gracias a un fenómeno llamado iridiscencia, causado cuando la luz del sol se dispersa en cristales de hielo de nubes altas.
También hubo una tormenta eléctrica que iluminó La Habana como si fuera un show de luces. El fotógrafo Miguel Kosta logró capturar imágenes espectaculares que parecían sacadas de una postal apocalíptica.
Y en Pinar del Río, los vecinos de Mantua se llevaron tremendo susto cuando dos trombas marinas aparecieron al mismo tiempo: una vertical y otra inclinada. Todo un espectáculo poco común que se suma a los embudos de aire ya vistos en lugares como el Malecón habanero y la Isla de la Juventud.