En Cuba, donde conseguir desde un pomo de aceite hasta una batería para el carro es una verdadera odisea, la noticia de que más empresas extranjeras han recibido autorización para operar en la isla ha despertado un torbellino de comentarios. La Gaceta Oficial Extraordinaria No. 50, publicada el pasado 20 de agosto, soltó la bomba: nuevos actores comerciales tendrán permiso para ofertar productos en un país que respira escasez por los cuatro costados. La pregunta del millón es: ¿realmente cambiará algo para el cubano de a pie?
Españoles al rescate… ¿o al negocio?
Dentro de la lista aparecen dos compañías españolas que ya generan curiosidad. Por un lado, el Consorcio Mercantil de Huesca, autorizado a manejar alimentos, productos ganaderos y veterinarios, además de equipos médicos y materiales de laboratorio. O sea, un paquete bien variado que toca varias de las urgencias de la isla.
Por su parte, Skedio Investment pondrá la mira en tres frentes que pesan bastante en Cuba: alimentos, bebidas y automóviles. Tres sectores donde la palabra “desabastecimiento” ya no sorprende a nadie porque forma parte del vocabulario diario.
Panamá entra con todo
La sorpresa grande vino con la empresa panameña INTRADESA, que parece querer convertirse en una especie de Amazon tropical. Su autorización incluye casi de todo: carne, pescado, leche en polvo, huevos, café, cacao, arroz, azúcar, frutas, vegetales, aceites, conservas… y la lista sigue con bebidas alcohólicas y no alcohólicas, fertilizantes, químicos, combustibles, lubricantes, textiles, maderas, cemento, hierro, acero, aluminio, maquinaria, vehículos, embarcaciones, instrumentos médicos, muebles y hasta juguetes. En resumen: lo que falta en Cuba, ellos lo tienen en su catálogo.
Repuestos y electrodomésticos, otro dolor de cabeza
También desde Panamá aparece MCD Air Inc., enfocada en piezas automotrices, pinturas, químicos, implementos de seguridad, uniformes, calzado y, lo más llamativo: electrodomésticos, equipos industriales y artículos electrónicos. En un país donde reparar una lavadora vieja o conseguir un televisor decente es casi misión imposible, esta empresa genera expectativas de alivio.
Combustible: el tema caliente
La española Sidco International tendrá luz verde para moverse en el terreno de los minerales y productos petrolíferos. Y ahí sí que la necesidad es urgente, porque con los apagones diarios y la falta de gasolina, la crisis energética es ya un problema estructural.
El detalle que lo complica todo
Hasta aquí todo suena bonito, pero hay letra pequeña: ninguna de estas empresas podrá importar ni exportar directamente, ni vender al por mayor o menor. Su función será intermediar en contratos y ofrecer servicios de postventa. O sea, que no veremos a INTRADESA montando un supermercado en La Habana mañana mismo.
Aun así, el simple hecho de que los catálogos incluyan carne, leche en polvo, café, medicinas, repuestos de autos y combustibles ya hace que la gente sueñe con un respiro. El problema es el de siempre: ¿llegarán esos productos al pueblo o se quedarán atrapados en la burocracia y los precios inflados?
